Investigadores de la Universidad de Arkansas aseguran haber desarrollado un método para elaborar un biocombustible diesel a partir de la grasa de pollos, que puede conseguirse más barata que la soja u otros productos vegetales que se suelen utilizan para fabricar biocombustibles, aunque aún es demasiado pronto para asegurar las ventajas económicas y medioambientales de este sistema.
El sistema desarrollado por un estudiante graduado en Ingeniería Química, Brian Mattingly, permite a los productores de gasóleo evaluar diferentes materiales y elegir la mejor manera de convertir diferentes grados de grasa de ave en combustible. Según este estudiante, utilizar una mezcla de entre un 5 y 20% de biodiesel en un gasóleo “reduce significativamente la dependencia del petróleo”.
Pero además, según el profesor de Ingeniería Química R. E. Babcock, los combustibles basados en la grasa de pollos “se queman mejor, generan menos partículas y lubrican y limpian objetos como los cilindros, pistones y líneas de combustible”.