La fiebre por los biocombustibles ha sido propiciada por el encarecimiento del petróleo, con el barril ya por encima de los setenta dólares.
Durante más de un siglo, el petróleo ha acompañado al vehículo en cada uno de sus viajes. Los coches de ahora, mucho más eficientes, están hartos de tanta dependencia y han solicitado el divorcio. La fiebre por los biocombustibles, mucho más ecológicos que las gasolinas, has sido provocada por el fuerte alza del petróleo, con el barril ya por encima de los 70 dólares.
Parece que es la solución económicamente más rentable. Los biocarburantes reducen la emisión de gases contaminantes y de efecto invernadero a la atmósfera. En concreto, el biodiésel no emite dióxido de azufre, previene la lluvia ácida y disminuye la concentración de partículas emitidadas de metales pesados, y el bioetanol reduce las emisiones de monóxido de carbono e hidrocarburos.
Al ser fácilmente biodegradables, los biocarburantes no inciden negativamente en la contaminación de suleo. También ayudan a eliminar los residuos en los casos en los que se utilizan como materia prima en la fabricación de biocarburantes.
El precio del crudo y el Plan de Energías Renovables (PER) han modificado un escenario que parecía inamovible. En 2005, el consumo de biocarburante en España sólo representó el 0,44% del mercado de gasolinas y gasóleos para el transporte. Según Appa, España deberá multiplicar por 16 su cifra de consumo para alcanzar en 2010 una cuota del 5,83% fijada en el PER.
Desde la prespectiva sovioeconómica, los biocarburantes constituyen una alternativa para las tierras agrícolas incluidas en la Política Agrícola Común (PAC). Así, se garantiza el futuro del ámbito rural, se mantienen los niveles de trabajo y renta y se fomenta la creación de diferentes industrias agrarias.
Abengoa fue la compañía pionera en presentar un sustituto para el petróleo. Tras el rotundo éxito, se produjo el efecto dominó, Repsol, Cepsa, Acciona, Sos Cuétara o Ebro Puleva son algunas de las empresas que ya han anunciado proyectos en biocarburantes. Si Abengoa ha elaborado bioetanol, un alcohol procedente del maíz, el trigo, las patatas y las cañas de azúcar, que se mezcla con la gasolina. El consorcio Acciona Repsol ha invertido trescientos millones en montar seis plantas para producir más de un millón de toneladas al año de biodiésel. Ebro Puleva va a construir dos plantas con 200.000 toneladas de capacidad, y el fondo Eolia Mistral y Entabán pondrá en marcha otras tres plantas, con 675.000 toneladas anuales.
Expansión, 5 de junio de 2006