27/08/2007 - 16:33h

¿La subida del precio de los cereales es debido a los biocombustibles?

El trigo, a precio de oro
En un año, el precio de los cereales ha subido un 60%. Este incremento arrastra a los piensos y repercute en el precio de la carne y de otros productos básicos como la leche y el pan.
La causa: no se produce suficiente, pero no para comer, sino para elaborar biocombustibles. Las sequías en diferentes puntos y el hecho de que la demanda crece más rápido que la oferta está provocando que los cereales se empiecen a pagar a precio de oro.
Desde el 1 de julio, la cotización de los cereales no ha dejado de subir y el precio de esta materia prima ha llegado a máximos históricos este mes de agosto.

En el periodo de un año, los tres cereales más importantes se han encarecido un 63%.

Concretamente, la cebada valía 122 euros por tonelada en julio de 2006, mientras que un año después su precio es de 167 €, que supone una subida del 58%. Actualmente, el precio medio es de 192 euros, así que en 7 semanas ha subido más de 15%.

En cuanto al trigo blando, su precio ha pasado de los 135 a los 190 euros un año después (66% más) y actualmente ya alcanza los 225 €, así que desde el pasado mes de julio ha aumentado un 18,5 por ciento.

Por último, el maíz que costaba 147 € pasó a 193 € (56% más) y actualmente ya vale 222 € por tonelada.

Fijando la vista en Castilla y León, la principal comunidad productora de cereales, allí la cosecha está siendo muy buena, pero, pese a lo que se esperaría, el precio del trigo y la cebada ya ha llegado a superar los 18 céntimos de euro por kilo (mientras que el precio de referencia marcado por la Unión Europea no llega a los 11 céntimos) y el del trigo ha alcanzado los 22 céntimos.

Efecto en los derivados
Estas subidas constantes de precios en el mercado de los cereales, ha puesto en alerta el sector ganadero, debido al incremento del precio de los piensos.

Otros derivados ganaderos, especialmente el vacuno, también ha aumentado, mientras que el porcino se ha abaratado.

Pero estas subidas afectarán especialmente a la carne de pollo, que se espera que aumente unos 20 céntimos el kilo (un 11%) de forma inmediata.

El pan y la leche también son productos que se verá afectados: se calcula que el litro de leche ya valdrá un euro en octubre, mientras que el pan continuará su particular camino ascendente (un kilo de pan es 16 veces más caro que un kilo de trigo).

La culpa es del biocombustible
La explicación hay que buscarla en la enorme demanda de estos cereales, pero no para el consumo y la elaboración de alimentos, sino para la producción de biocombustible.

En un año normal, en la Unión Europea se cosechan 275 millones de toneladas de cereales, pero sólo el 1% se destina a la elaboración de biocombustibles. El problema de este año es la grave sequía que ha sufrido Europa del Este y Australia (importantes exportadores), que ha provocado que se perdiera la mitad de la cosecha de trigo del pasado año.

Además, ha aumentado la demanda en América, de manera que se han reducido las importaciones de cereales americanos, con un precio mucho más bajo y que le hacían mucha competencia al producto nacional.

Pero mientras la oferta va bajando, el aumento de la demanda de cereales para biocombustibles no para de crecer, que en un año ha crecido en 17 millones de toneladas.

No obstante, los expertos son optimistas y se espera que esta situación se resuelva pronto aumentando la producción mundial de cereales. Para ello, se incrementará la superficie plantada en la OCDE, se utilizarán tierras de la UE que se habían retirado de la producción y se fomentará el cultivo en países en vías de desarrollo, especialmente en Latinoamérica.

Un mercado en auge
Según un informe de la OCDE/FAO, la gran demanda de cereales destinados a la elaboración de bioetanol obligará a remodelar el mercado del grano. Y es que, las cifras hablan por sí mismas.

Se calcula que este año Estados Unidos aumentará la producción de etanol en un 50% y en un 100% para 2016, hasta alcanzar los 46.000 millones de litros. En la UE, se espera que el uso de bioetanol aumente un 170% en 2007, mientras que Brasil incrementará un 120% la producción de azúcar para llegar a elaborar un 145% más de etanol en la próxima década.
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