Según García, a este ritmo de crecimiento, se necesitarían algo más de 11 años para cumplir el objetivo de que el 41,2% de la generación eléctrica renovable en 2010 provenga de la biomasa y del biogás. Ahora aportan sólo el 12,5% de este objetivo. El presidente destacó que por cada MW instalado de biomasa se generan "entre ocho y diez empleos estables", lo que podría suponer "casi 24.000 puestos directos e indirectos" en la construcción y operación de las plantas previstas en el Plan.
El presidente recalcó, en cuanto al aumento de primas, "que sólo se trata de adecuarlas a la subida de alrededor de un 30% en los costes de la inversión", de dos millones de euros por planta en 2005 a tres millones en 2009. Aun así, García descartó precisar si necesitan una subida del 30% "porque depende del tipo de instalación".
La sección de biomasa de APPA solicitó al Ministerio de Medio Ambiente que regule de una forma más estricta la eliminación de residuos, especialmente los forestales. García pidió además a las comunidades autónomas que faciliten información a los inversores de biomasa porque son las que mejor conocen los recursos disponibles.
APPA considera que también han dificultado la instalación otras cuestiones como los problemas para encontrar financiación, la falta de infraestructuras y de puntos de evacuación.