Italia y Escandinavia tienen un récord de cultivo de variedades de madera de crecimiento rápido en plantaciones de rápida rotación. A este concepto se le denomina silvicultura de rotación corta. Alemania y Austria todavía están especializados en álamo y sauce. Pero la creciente demana de madera puede cambiar esta situación en el futuro.
La silvicultura de rotación corta en granjas especializadas podría aumentar el potencial de la biomasa en Europa en un futuro, algo que se prevé necesario debido al progresivo aumento de demanda de biomasa, especialmente en plantas de cogeneración. La Comisión Europea estima que serán necesarias 26 millones de hectáreas de tierra para cultivar biomasa con fines energicos en 2020. La Comisión supone que la mitad de esa cantidad será necesaria para los biocombustibles. Para poder cubrir estos ambiciosos objetivos, se tiene que incrementar la producción de madera. Pero no es necesario esquilmar nuestros bosques para disponer de este recurso renovable; una alternativa son las plantaciones de rápida rotación.
¿ Qué es la silvicultura de rotación corta ?
Las plantaciones de corta rotación son plantaciones forestales en las que se plantan árboles de rápido crecimiento, como álamos y sauces. Una vez recolectados, la mayor parte de ellos se convierten en astillas y se destinan a sistemas de calefacción basados en la biomasa o a centrales de producción de electricidad. Se plantan brotes de unos 20 cm de altura, que de lejos parecen plantas destinadas al consumo humano, pero pronto crecen múcho más rápido y más alto que otras plantas. Llegan a alcanzar los diez metros de altura, y se recolectan cada 2 a 10 años. Las astillas producidas por una sola hectárea de estos cultivos, puede producir reservas de biomasa para cubrir las necesidades energéticas de una casa unifamiliar durante tres años. Hasta ahora, se han usado este tipo de cultivos sólo a pequeña escala, pero ahora algunos agricultores van a aplicarlos a gran escala, aunque aún ven algunos riesgos a nivel económico, porque estos cultivos requieren de maquinaria especializada, y parece que resulta rentable solo en plantaciones grandes por este motivo. Y si la cosecha falla por causa de sequía, inundaciones o plagas de insectos, las pérdidas económicas son mucho más elevadas que en el caso de que ocurra lo mismo que en el caso de plantar cosechas de recolección anual. Los políticos queiren compensar este peligro con la concesión de subvenciones. La Unión Europea ofrece subsidios de hasta el 50% de los costes de este tipo de plantaciones a través de un programa aprobado en 2008. En Polonia, Italia y los países escandinavos ya se están aplicando tanto el cultivo de madera como los subsidios.
La plantación de madera en Escandinavia
Suecia ha comenzado esta practica ya en 1990, aunque se frenó con la entrada en la UE en 1995, al dejar de ser rentable, aunque se ha recuperado desde el año 2000, puesto que la demanda ha aumentado a la par del aumento de plantas de cogeneración en el país. Aquí se albergan las plantaciones más grandes de Europa, y se espera que durante este año las hectáreas totales sean 30.000.
Dinamarca también tienen numerosas plantas de cogeneración y llevan 20 años cultivando sauces. La cantidad de terreno dedicado a estos cultivos ha aumentado desde que subieron los precios de los combustibles fósiles con el cambio del siglo.
Alemania
Alemania no es un país de grandes cultivos de madera. Sólo dispone de 2.000 hectáreas cultivadas hoy en día. A mediados de los años 90, sólo había 80 hectáreas. Este poco entusiasmo por la biomasa se debe al bajo precio del gasóleo y a un mercado limitado para las astillas.
Austria
Los austriacos están experimentando con la silvicultura de rotación corta a base de sauces y álamos. Ahora mismo, sólo se están cultivando unas 1.000 hectáreas en Austria. La empresa fabricante de calderas de biomasa KWB está intensificando el cultivo. KWB ve el aprovechamiento de este recurso como una forma de hacerse independiente de los productores de pellets. Según fuentes de la empresa, Austria dispone de un potencia de cultivo de entre 60.000 y 70.000 hectáreas, lo suficiente como para cubrir dos veces la demanda de pellets de los austriacos.
Los álamos italianos
En Italia hay unas seis mil hectáreas de tierra dedicada al cultivo de corta rotación de álamo. La climatología italiana es ideal para el rápido crecimiento de clones de álamo. Las plantaciones se encuentran en su mayor parte en el valle del Po, en la Lombardía y en Véneto. La recepción de subvenciones ha sido intermitente, aunque ahora empresas energéticas que necesitan la biomasa para producir electricidad están ofreciendo subvenciones ellas mismas. De todas formas, el precio de este combustible ha subido tanto en Italia que su plantación resulta rentable incluso sin subsidios.
Fuente: Solar and Energy News, septiembre 2009