En el municipio malaguense de Cómpeta acaban de inaugurar una piscina municipal cubierta muy particular y única en los alrededores, ya que el agua se calienta mediante la energía de la biomasa, y más concretamente con los huesos de la aceituna procedente de almazaras de la zona, así como astillas y cáscaras de almendras y piñas.
Este recinto deportivo consigue cubrir, gracias a una caldera de biomasa, toda la demanda de agua caliente y climatización, desde el agua caliente sanitaria para los vestuarios, la climatización del agua de la piscina, así como también la energía necesaria para mantener el ambiente de la piscina a la temperatura adecuada.
Para el almacenamiento del combustible, se ha construido un silo subterráneo, a fin de facilitar la descarga del material.