23/07/2007 - 12:08h

Una empresa alicantina fabrica biopetróleo a partir de algas marinas

Las algas marinas producen biopetróleo
El petróleo tiene los días contados y las alternativas a este combustible aparecen como setas. La última innovación la ha presentado una empresa española que ha conseguido elaborar biopetróleo, a partir de algas marinas, y que puede sustituir al 100% el ‘oro negro’ y, además, reduce las emisiones de CO2.

El proceso se inicia en el mar con la recogida de una pequeña cantidad fitoplancton en unas probetas, que es sometido a un proceso acelerado de reproducción basado en tres elementos: la energía solar, la fotosíntesis y el campo electromagnético. Cuando la concentración es suficientemente alta, se extrae la pasta de algas, que tiene un alto poder energético y de características similares a las del petróleo.

Tres años han invertido un equipo de científicos e ingenieros, en colaboración con la Universidad de Alicante, para desarrollar y descubrir que se puede elaborar biopetróleo a través de la biomasa marina.

El objetivo de la empresa Bio Fuel Systems S.L. es producir masivamente y a escala comercial este producto. Para ello, se ha construido la primera planta mundial de producción de biopetróleo, que está ubicada en el municipio de El Campello (Alicante).

Tan seguros se encuentran de la importancia de su descubrimiento, que ya están montando en San Vicente del Raspeig dos plantas demostrativas para comenzar a comercializar sus productos. En la primera de ellas ya han instalado unas torres con las que se producirá el biopetróleo y en la segunda se generará energía eléctrica.

Ventajas del biopetróleo

El biopetróleo es muy similar al petróleo convencional, tanto que hasta lo puede sustituir completamente, sin necesidad de mezclas ni aditivos. El biofuel tiene todas las ventajas de su ‘hermano’ fósil, pero sin sus inconvenientes.

Primero de todo, el biopetróleo es una fuente de energía renovable, que no aumenta las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) sino que las reduce. Y es que las algas para reproducirse necesitan grandes cantidades de CO2, de manera que su cultivo ayuda a paliar el efecto invernadero. Según datos de Bio Fuel Systems, un torre de tres metros cúbicos de agua donde se cultiva el fitoplancton puede absorber 150 kilogramos de CO2 por hora, mientras que un coche produce unos 25 kilos de CO2 en 100 kilómetros.

Por otra parte, el biopetróleo no emite dióxido de azufre a la atmósfera, ni incorpora prácticamente ningún producto secundario nocivo.

Igualmente, el biofuel presenta ventajas sobre los biocombustibles que ya existen en el mercado, como el biodiésel. Según los inventores del ‘petróleo verde’, “para obtener un litro de biocombustible se tienen que gastar casi dos litros de aceite fósil en el proceso, que incluye desde labrar a abonar o segar. Así, se consume más producto del que genera y, además, necesita muchísima superficie cultivable ya que las herbáceas sólo dan fruto una vez al año”. En cambio, en una torre de un metro cuadrado se puede generar en un sólo día el producto energético equivalente al que generan 1.000 metros cuadrados cultivados con girasoles en un año.

Productos derivados
Con este proceso de cultivo de las algas no sólo se consigue combustible, sino que también se pueden elaborar papeles y plásticos biodegradables. Estas plantas marinas también se pueden usar en el proceso de depuración de aguas residuales con alto contenido en hidrógeno y fósforo, en la salmuera de las desalinizadoras y también para generar electricidad. Según los responsables de la empresa alicantina, una planta de 100 hectáreas podría generar electricidad para una ciudad de 10.000 habitantes durante un año.
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