No es oro todo lo que reluce, y un producto bueno, bonito, barato y aparentemente ecológico puede ocultar en su fase de producción unos resultados contrarios a la intención inicial.
WWF Adena ha solicitado a la Unión Europea la creación de un certificado de calidad obligatorio para todo biocombustible, tanto los creados dentro de la UE como los importados de otros países que se dedican a su producción, como es el caso de Brasil.
El motivo de esta solicitud es conseguir un mayor control del proceso de producción del biocarburante, de forma que se tenga en cuenta todos los factores que entran en juego en su elaboración, para evitar algunos problemas que comienzan a presentarse ahora, a saber, sobreexplotación de regiones agrarias con recursos hídricos muy limitados -como puede ser la cuenca del Mediterráneo-, la tala de bosques tropicales para hacer sitio a plantas que conforman la materia prima de los biocombustibles, con la destrucción de biodiversidad que eso provoca -como es el caso de la Amazonia-.
WWF Adena también considera que es necesario valorar mejor los procedimientos de producción que tienen mayor capacidad de controlar el cambio climático, es decir, aquellos procesos que limitan al máximo la producción de CO2. Otro problema potencial es que en algunos casos, en función del clima donde crece la planta, o del cultivo que se usa, es necesario consumir más energía para producir el biocarburante que la que ese biocarburante mismo producirá cuando se use.