20/08/2007 - 08:00h

Almacenar CO2 puede ayudar a luchar contra el cambio climático

Una de las ideas para reducir las elevadas cantidades de CO2 presentes en la atmósfera es guardarlo y esconderlo bajo tierra.
Cada vez más, el almacenamiento del CO2 como medida para reducir sus efectos es una opción que coge más cuerpo y varios países ya están investigando sobre ello. Incluso, ya se han puesto en marcha diferentes plantas piloto de captura y almacenaje de dióxido de carbono.

El dióxido de carbono puede almacenarse en yacimientos agotados de petróleo y gas, en capas de carbón inexplotables y en formaciones salinas profundas.

El primer paso necesario es capturar el CO2 y después hace falta inyectarlo en el subsuelo a una profundidad que oscile entre los 800 y los 2.500 metros.

A la hora de inyectar el gas en los pozos de inyección, el CO2 está comprimido y pasa a un estado líquido. De esta forma se consigue que se aproveche la capacidad de almacenamiento, ya que el CO2 ocupa menos en el subsuelo que en superficie.

Planta piloto en Ketzin
En marzo se abrió una planta piloto de almacenamiento de CO2 en la localidad alemana de Ketzin, situada a unos 40 kilómetros de Berlín.

Las instalaciones, las primeras de este tipo en Europa, deberán servir de depósito para 60.000 toneladas de CO2 puro. Para ello, se ha perforado hasta 800 metros para hallar una capa de agua salada subterránea.

Según los responsables del proyecto, "no hay nada peligroso: el sitio elegido es muy estable y el gas que inyectamos es el mismo que se utiliza para gasificar los refrescos". No obstante, los científicos vigilarán de cerca si se produce algún tipo de reacción química entre el CO2 y los minerales presentes en las profundidades.
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