4/06/2010 - 18:24h
|
La sobreexplotación de los recursos pesqueros tiene serias consecuencias sobre la sostenibilidad de la pesca y para la salud de los ecosistemas marinos de todo el mundo. Los esfuerzos para restringir la pesca suelen presentar resistencia por parte de los pescadores, que están preocupados por el impacto que puedan tener esas restricciones a corto y a largo plazo.
Un equipo internacional de investigadores ha evaluado las condiciones de los caladeros y el efecto de la pesca sobre diez de las mayores comunidades marinas del mundo. El estudio examina el rango de tasas de pesca que pueden seguir siendo lucrativas para los pescadores pero sin poner en peligro la pervivencia de los caladeros. También han investigado los programas de gestión que han conseguido reconstruir ecosistemas marinos.
El estudio ha demostrado que los niveles de pescan se han reducido sustancialemnte en cinco de los 10 ecosistemas marinos investigados: Islandia, Groenlandia, la zona noroeste de EEUU, el sureste de Australia y California. En varios de ellos se vieron claros síntomas de recuperación.
El estudio examinó menos de una cuarta parte de los ecosistemas utilizados como caladeros. De todas estas áreas, el 63% necesitarían regeneración.
En Kenya se ha observago un gran progreso: las estrategias de control han resultado ser un éxito, gracias a la cooperación conseguida con las comunidades locales y a la introducción de áreas protegidas, que ha elevado la cantidad de peces vivos y su peso.
De esta forma, los investigadores consideran que queda demostrado que es posible combinar conservación y explotación lucrativa de los caladeros si se realiza de una forma sostenible. Los caladeros agotados se pueden recuperar si se introducen métodos tradiciones tales como cuotas de captura y gestión de la comunidad.
Lo ideal es actuar antes de que el problema se presente como grave. Sólo Alaska y Nueva Zelanda han actuado antes de llegar a cotas peligrosas de sobreexplotación.
Fuente: Unión Europea