La región brasileña Cerrado, con una superficie superior a los 300 millones de hectáreas, alberga una sabana de praderas de 160.000 hectáreas que el gobierno brasileño ha decidido proteger convirtiéndola en parque nacional
Casi la mitad de la región de Cerrado esta dedicada a una agricultura cada vez más centrada en el monocultivo de la soja, que amenaza con invadir también la zona de sabana.
Hasta ahora, sólo el 2.5% de esta sabana era territorio protegido.