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Después de darse a conocer la fuga de agua radiactiva de una central nuclear japonesa, que se vio afectada por el terremoto del pasado lunes, están saliendo a la luz nuevos datos que indican que, realmente, se han producido más fallos y escapes radiactivos. Todo ello ha llevado a la clausura temporal de la central.

Por otra parte, el gobierno japonés ha criticado a la empresa propietaria, Tokyo Electric Power (Tepco), por la lentitud a la hora de informar sobre las fugas radiactivas y los fallos en la central.

Los problemas fueron detectados la mañana del martes durante una inspección, en la que se descubrió que decenas de tambores metálicos que contenían residuos de baja intensidad habían caído al suelo y se habían abierto.

Pero además, la compañía ya ha reconocido que se produjeron medio centenar de fallos en la planta, entre ellos, un incendio en un transformador, dos fugas de agua contaminada con material radiactivo y la rotura de diversos componentes que ha provocado la emisión de gases radiactivo a la atmósfera. La compañía eléctrica indicó el lunes que el agua contaminada se había vertido al mar del Este y no provocaría daños medioambientales, pero se desconocen las consecuencias finales de las distintas fugas.