Así lo ha confirmado hoy el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, que, junto al consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, ha inaugurado las jornadas sobre "Contaminación industrial en ríos, efectos en la calidad de las aguas, biota y agricultura".
Durante estas jornadas, que se celebran en Tarragona hasta el próximo 8 de febrero, se han presentado las principales conclusiones de los estudios realizados desde 2005 sobre los lodos contaminados en el embalse de Flix, en los que han participado 50 investigadores y se han recogido 60 informes y diez tesis doctorales.
La conclusión general es que la calidad de las aguas en el tramo de 95 kilómetros que separa el embalse de Flix de la desembocdura del Ebro goza de "buenas condiciones y cumple todas las normativas legales, principalmente para abastecimientos", y que "no existe riesgo para la salud" de las personas.
A pesar de ello, "existe un problema ambiental por la contaminación, ya que los fangos del embalse son arrastrados aguas abajo", una situación que, según Baltasar, se resolverá con la extracción de unas 300.000 toneladas de lodos contaminados, una operación que, ha afirmado, se iniciará esta primavera y costará cerca de 200 millones de euros.
Pese a constatar que ni el consumo de arroz, frutas y hortalizas de origen local supone "ningún tipo de riesgo" por exposición a metales para la salud de la población, se ha detectado que la mayoría de peces analizados tienen un contenido de compuestos organoclorados y mercurio (esencialmente metilmercurio) que "se encuentra por encima de las normativas aceptables para el consumo humano".
Sobre todo, se han realizado pruebas en carpas y siluros, dos especies que están en la parte más alta de la cadena trófica, por lo que acumulan más los contaminantes, y, por tanto, permiten radiografiar "el estado de salud" de las especies del río, ha explicado el investigador del Consejo Superior de Investigaciones de Cataluña y uno de los autores de los estudios, Joan Grimau.
En estos análisis se ha comprobado que la presencia de organoclrados y mercurio alcanza en alrededor del 15% de estas especies una concentración media de 0,7 microgramos por gramo, cuando el límite legal sanitario se sitúa en 0,5 y el objetivo de calidad es de 0,3, un índice que superan el 40% de los peces analizados.
Otros organismos como el cangrejo americano, así como las aves del entorno del embalse de Flix, dentro de la reserva de Sebes y aguas abajo en el delta del Ebro, también presentan niveles muy altos de estos contaminantes, mientras que otros peces de consumo habitual y moluscos no presentan problemas, según los estudios.
Además, se ha descubierto que los lodos contaminados se encuentran en todo el tramo del Ebro entre el embalse y la desembocadura, ya que los siluros son peces que suelen quedarse "fijos" en un punto del río, y no se han observado "variaciones importantes" entre los que se encuentran en Flix y los que están más cerca de la desembocadura en lo que a la concentración de metales se refiere, ha apuntado Grimau.
Por otra parte, Serrano ha afirmado que Ercros "tendrá que cumplir" la sentencia judicial que le obliga a sufragar parte del proyecto de descontaminación del embalse, si bien dicho auto se encuentra recurrido.