El archipiélago, de unos 19.000 habitantes y cuna de especies únicas en el mundo, ingresó a la era de las fuentes alternas de energía con la puesta en marcha del parque eólico de mayor potencia en el país, señaló el gerente del proyecto, José Moscoso.
El sistema inició operaciones hace unos meses con tres turbinas de 800 kilowatts cada una, las cuales reducirán hasta 50 por ciento el uso de diesel en la isla San Cristóbal, la segunda más poblada de Galápagos con unos 6.100 pobladores.
"La quema de diesel genera gases de efecto invernadero y lo que estamos tratando es de disminuirlos sensiblemente. Esperamos dejar de emitir 3.000 toneladas anuales de dióxido de carbono", dijo Moscoso.
El proyecto recibió el apoyo financiero del denominado Grupo de los ocho (G8), integrado por Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Rusia y Reino Unido.
El gobierno ecuatoriano impulsará de manera simultánea programas de sustitución de hidrocarburos en las islas Santa Cruz e Isabela, donde se empleará energía solar, eólica y biocombustibles, dijeron funcionarios vinculados al proyecto.
Ubicadas a 1.000 kilómetros de la costa ecuatoriana, las islas Galápagos fueron incluidas en 2007 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (Unesco) en la lista de patrimonio en riesgo debido al aumento del turismo y al ingreso de especies invasoras.
Conformadas por 13 islas principales y 17 islotes en el océano Pacífico, las Galápagos fueron declaradadas en 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. El área protegida se extendió en 2001 a la reserva marina.
El año pasado el presidente Correa decretó la emergencia en el archipiélago y anunció restricciones para los vuelos, el turismo y los permisos de residencia.