La capa de hielo del Ártico disminimuye su extensión, según un estudio científico en el cual participa la Nasa. En concreto, su superficie es un 20% menor que la media registrada entre 1978 y 2001.
Esta tendencia se está acentuado desde principios de este siglo y, de seguir al ritmo actual, podría llegarse a un deshielo completo del Ártico a finales de este siglo XXI, lo que pondría en peligro especies como el oso polar, focas y otra flora y fauna.
Otro efecto de este fenómeno sería la subida del nivel del mar y el aumento de la virulencia de los huracanes.
Los científicos redactores del estudio sospechan que este deshielo se debe a una subida de las temperaturas consecuencia del efecto invernadero.