20/12/2005 - 23:00h

Greenpeace compra madera brasileña ilegal

Greenpeace no ha encontrado trabas a la compra de un cargamento de madera ilegal procedente del Amazonas. Aquí describimos cómo.
Greenpeace ha llevado a cabo una investigación para averiguar y exponer cómo se realiza la compra-venta de madera ilegal procedente de la Amazonia. La organización ha comprado un cargamento de madera tropical amazónica de origen ilegal y ha seguido todo su viaje hasta la ciudad de São Paulo. Entre junio y noviembre de 2005, un equipo de Greenpeace estuvo varias veces en el Estado de Rondônia para investigar este comercio; miembros de Greenpeace se hicieron pasar por compradores interesados en adquirir la madera ilegal y conseguir los documentos legales de comercio y de transporte.

El cargamento comprado por Greenpeace se compone de 29 metros cúbicos de madera tropical extraídos en selvas cercanas a los municipios de Cujubim y Machadinho D`oeste, al nordeste de Rondônia. La mayor parte de estas áreas está siendo deforestada para convertirla en pastizales para ganado. Los troncos fueron aserrados en la Serraria Fortaleza, en Cujubim (Rondônia). Un intermediario del municipio de Ariquemes (Rondônia) vendió a Greenpeace la nota fiscal y el permiso de transporte de madera (ATPF), que son los documentos legales necesarios para transportar la madera. Gracias a estos documentos el cargamento ilegal pudo ser transportado hasta la ciudad de Sao Paulo. Así, la madera ilegal ha recorrido más de 3.000 kilómetros de carreteras federales y del estado de Brasil, ha atravesado tres estados diferentes y dos puestos de control del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) (Trevo de Vilhena, en Rondônia, e Trevo do Lagarto, en Mato Grosso). La carga llegó a São Paulo el pasado 6 de diciembre.

"Esta denuncia tiene dos objetivos: mostrar cómo el comercio ilícito y clandestino de madera amazónica abastece el mercado y pedir al Gobierno federal brasileño que corrija las deficiencias del actual sistema de control y supervise la actividad maderera"- ha declarado Paulo Adario, coordinador de la Campaña en la Amazonia de Greenpeace.- "El sistema actual de control debe ser modificado radicalmente".

El presidente del Ibama, Marcus Barros, ha declarado recientemente a la prensa que el 90% de la madera amazónica tiene origen ilegal. Según el Ibama, cada año son emitidos en la Amazonia más de un millón de permisos de transporte de madera (ATPFs). La operación de Greenpeace revela que muchos de esos documentos oficiales son utilizados para legalizar madera ilegal.

"Este cargamento de madera ilegal jamás podría ser identificado por las autoridades ya que lleva documentos legales"- ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de Bosques de Greenpeace.- "Nuestra acción muestra que además de actividades criminales clásicas, como la falsificación de documentos, existe un hecho aún más grave, el uso de documentos oficiales para "lavar" actividades ilegales".

Greenpeace España denunció a finales del mes de octubre que las obras de ampliación del Museo Reina Sofía habían utilizado madera amazónica procedente de empresas implicadas en la tala, transporte y procesamiento de madera ilegal en el Estado de Pará, en la Amazonia brasileña. Pese a que el Museo poseía permisos de exportación e importación de la madera, Greenpeace demostró que las empresas vendedoras de la madera habían sido multadas reiteradamente por carecer de la debida documentación de la madera transportada y procesada en sus serrerías.
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