20/03/2007 - 15:13h

Greenpeace denuncia la destrucción de bosques primarios para fabrical papel

Países proveedores de papel al mercado español, como Indonesia, encabezan la tasa de deforestación anual, con 1,8 millones de hectáreas
Greenpeace denuncia que todavía se siguen destruyendo bosques primarios para fabricar papel y cartón. El 17% de la fibra virgen utilizada por la industria papelera mundial procede de bosques primarios, especialmente de bosques de Canadá, Finlandia, Rusia e Indonesia. Actualmente sólo se conservan el 20% de los bosques primarios que cubrían la superficie terrestre originariamente; aún así albergan dos terceras partes de la biodiversidad terrestre y son uno de los mayores sumideros de carbono del planeta (1).

La pasada semana, la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) presentó su informe "Situación de los bosques del mundo 2007" (2), donde se comparan los cambios acaecidos en el periodo 2000-2005 y se actualiza la situación de los bosques y los problemas que les afectan. El informe señala la pérdida anual de 13 millones de hectáreas (una extensión equivalente a la superficie de Inglaterra), la mitad de los cuales desaparecen en el continente Africano. Pese a ello, la pérdida forestal neta se ve reducida, ya que en los últimos años algunos países como China han incrementado enormente las plantaciones de especies con fines comerciales, eucaliptos, acacias y chopos, entre otros. Estas plantaciones, sin embargo, tienen un escaso valor para el mantenimiento de la biodiversidad y en ningún caso sustituyen a la destrucción de los bosques vírgenes. El informe también señala que la explotación forestal ilegal está aumentando y que la disminución constante de bosques primarios tropicales es motivo de grave preocupación. Por último, la FAO advierte que la desaparición de bosques produce el 18% del dióxido de carbono liberado anualmente a la atmósfera, incrementando el efecto invernadero.

En este contexto, Greenpeace recuerda que el sector papelero español es parte del problema ya que sigue importando productos papeleros desde países que destacan por encabezar el ránking de tasa de deforestación, como Indonesia, por estar afectados por tala ilegal, como Rusia, o de países que convierten sus bosques primarios en papel de impresión, papel higiénico o servilletas, como Finlandia y Canadá.

"La demanda de papel barato está alimentando la destrucción de los bosques primarios del planeta, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y al incremento del cambio climático", ha señalado Miguel Angel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace.

Aunque Brasil fue el país que perdió más superficie forestal en el periodo 2000-2005 (3,1 millones de hectáreas), Indonesia encabeza el ránking de tasa de deforestación, con un 2% de pérdida de superficie forestal anual. Indonesia perdió 1,8 millones de hectáreas anualmente en este periodo, aunque el Ministerio de Bosques afirma que la pérdida des de 2,8 millones de hecta?eas al año. La tala de bosques primarios para producir papel, así como la sustitución de bosques naturales por plantaciones de acacia y eucalipto para suplir la demanda de pasta celulósica de la industria papelera son, aunque no sólo, los causantes de una parte de esta deforestación galopante.

Una reciente investigación de Greenpeace sobre la presencia en el mercado español de productos papeleros procedentes de la deforestación en Indonesia ha revelado que papeles fabricados por la empresa papelera Asia Pulp & Paper (APP) están siendo importados y distribuidos en España. La papelera APP está implicada en talas ilegales, destrucción de bosques y violaciones de derechos humanos en Indonesia y China (3).

La industria española también importa pasta y papel de países del norte de Europa como Rusia y Finlandia. En Finlandia el Gobierno y la industria forestal están acabando con los últimos bosques vírgenes de Laponia, vitales para el pastoreo de renos del pueblo Sami.

Finlandia también está importando madera talada ilegalmente en la República de Karelia, Rusia, para abastecer sus aserraderos y plantas de fabricación de papel. Activistas de Greenpeace, que fueron testigos de talas efectuadas violando las leyes forestales y medioambientales rusas, hicieron un seguimiento de la madera talada y confirmaron cómo cruzaba la cercana frontera con Finlandia para acabar en aserraderos pertenecientes a grandes empresas madereras como UPM Kymmene y Stora Enso. Ésta última es uno de los principales proveedores de papel para libros en el mercado europeo (4).
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