El barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, inicia esta semana desde La Valletta (Malta) su viaje por el Mediterráneo con el objetivo de ser testigo del saqueo de la amenazada pesquería de atún rojo. La organización medioambiental internacional ha hecho un llamamiento para exigir el cierre inmediato de la pesquería que evite la desaparición de una de las especies más importantes de la región.
El año pasado, los países miembros de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés), presionados por la industria atunera mediterránea, fueron incapaces de acordar un programa para la recuperación de la especie, al borde del colapso debido a las capturas excesivas, buena parte de ellas ilegales, asegura la organización ecologista.
A pesar de las advertencias de los propios científicos de la ICCAT de que la especie sólo podría comenzar a recuperarse con capturas inferiores a las 15.000 toneladas, la ICCAT aprobó una cuota de 29.500 toneladas para 2007. Este organismo aprobó también nuevas medidas de control, pero éstas no entrarán en vigor hasta al menos el 11 de junio, cuando buena parte de la temporada pesquera de este año ya habrá tenido lugar.
Greenpeace tiene ya indicios de que en el sur de España y norte de Marruecos la pesca tradicional con almadrabas ha capturado hasta el momento tan sólo un 20% de la cantidad recogida en la misma fecha en 2006. Pese a que la temporada pasada ya fue muy reducida en el número de capturas. Además, el tamaño de los atunes sigue descendiendo, lo que confirma la progresiva desaparición de los grandes atunes del Mediterráneo, vitales para la reproducción de la especie.
Una de las últimas zonas con una población relativamente bien conservada de atún rojo en el Mediterráneo son las aguas al norte de Libia. Se estima que más de 200 cerqueros con capacidad para capturar 35.000 toneladas de atún rojo podrían concentrarse en esta zona durante las próximas semanas. En 2006, el 60% de las capturas de atún rojo en el Mediterráneo procedía de la pesquería libia.
"La pesquería del atún rojo se encuentra totalmente fuera de control. Los barcos acudirán en mayor número a Libia este año tras haber agotado los caladeros de las Baleares y el Mediterráneo Oriental. Pero después de Libia, ya no hay otra salida, es el último reducto para el atún rojo" afirma desde Malta Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace España. "Todas las flotas deberían regresar puerto. En caso contrario, éste será posiblemente el ultimo año de la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo".
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, más de tres cuartos de todas las pesquerías con valor comercial están ya explotadas, sobreexplotadas o agotadas. Más del 90% de las poblaciones de grandes predadores como el bacalao, el atún y el pez espada están agotadas en todo el mundo.
"Los gobiernos han mostrado su total incapacidad para garantizar la explotación sostenible de esta especie", añadie Losada. "De no hacer nada inmediatamente, el atún rojo del Mediterráneo se convertirá en el próximo bacalao de Terranova. Pero esta vez las hemerotecas demostrarán que los Gobiernos tenían en su mano todos los datos necesarios para actuar y no lo hicieron".