"Si bien el Mediterráneo representa tan sólo el 1% de la superficie marina mundial, se trata de una región muy importante, que da cobijo al 9% de la biodiversidad marina mundial, al 30% del tráfico marítimo y es uno de los destinos turísticos más populares del mundo", declaró Sebastián Losada, a bordo del Esperanza, buque de Greenpeace que está investigando la pesca de atún en el Mediterráneo-. "La región sufre también de graves problemas como la sobrepesca, la pesca ilegal o la contaminación. Es necesario tomar medidas urgentes para proteger sus toda esta riqueza" El informe Reservas Marinas para el Mar Mediterráneo, concluye que:
- la sobrepesca de especies como el atún rojo es un grave problema, llevando a descensos de hasta el 80% en algunas poblaciones;
- prácticas pesqueras prohibidas como las redes de deriva todavía se utilizan a gran escala, amenazando no sólo los recursos pesqueros sino también a otras especies como ballenas y delfines;
- la contaminación, el turismo mal planificado o la destrucción de los hábitats costeros son graves amenazas a los ecosistemas mediterráneos.
"Una red global de reservas marinas es vital para asegurar el bienestar de nuestros océanos y la supervivencia de las especies que albergan", -afirmó Callum Roberts, Profesor de Biología Marina de la Conservación de la Universidad de York.- "La propuesta de Greenpeace de una red en el Mediterráneo ayudaría a asegurar la recuperación de ecosistemas sobreexplotados y degradados en esta región y complementaría nuestra propuesta de una red mundial de reservas marinas en aguas internacionales".
Greenpeace demanda a los países mediterráneos la protección de sus propias aguas a través de una red de reservas marinas y el cumplimiento de sus compromisos internacionales en esta materia.
"La declaración de reservas marinas en todo el mundo está dando grandes resultados",- añadió Sebastián Losada, responsable de la Campaña de Océanos de Greenpeace. -"Tras el establecimiento de las reservas el número de especies aumenta y las poblaciones que han sido sobreexplotadas pueden regenerarse. Las reservas pueden hacer mucho para que tanto los objetivos de conservación como las actividades de explotación de los recursos pueden ser compatibles".
El Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace se encuentra en Génova en la primera parada de un tour "En Defensa de nuestro Mediterráneo" que lo llevará también a Grecia, Turquía, Líbano, Israel, Francia y España. Al mismo tiempo el Esperanza, buque de Greenpeace, se encuentra en el Mediteráneo denunciando la grave sobreexplotación del atún rojo, una de las pesquerías más importantes de la región que puede encontrarse al borde del colapso.