6/02/2008 - 20:00h

La Amazonia brasileña puede perder el 21% de su masa forestal para 2030

Deforestan la Amazonia.Un nuevo estudio revela que la Amazonia brasileña puede perder 670.000 kilómetros cuadrados de selva para 2030, lo que equivale al 21% de su actual masa forestal, si se mantienen los actuales índices de deforestación. Este trabajo, realizado por investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais y del Instituto de Pesquisas Ambientales de la Amazonia, toma como base los índices oficiales de deforestación registrados en los últimos años y las previsiones sobre el avance de la actividad agropecuaria y la construcción de nuevas carreteras.
 
El estudio forma parte del proyecto "Escenarios para la Amazonia", cuyos primeros resultados fueron publicados en marzo de 2006 por la revista científica Nature.

Menos lluvias, más gases y menor biodiversidad

La tala en las próximas dos décadas puede provocar una reducción significativa de las lluvias, aumento de las emisiones de gases contaminantes y pérdida importante de biodiversidad, según el informe. "Es el escenario más pesimista", apunta Britaldo Soares Filho, uno de los responsables de la investigación. "Si se confirman las previsiones, los daños para la Amazonia y el planeta serán irreparables", añade.

Los nuevos cálculos utilizan un modelo matemático más preciso y nuevas variables sobre el aumento de la población y de la expansión de la actividad agropecuaria en la región.

Datos oficiales

Este documento sale a la luz una semana después de que el propio Gobierno de Brasil reconociera que la deforestación en la Amazonia ha vuelto a crecer, a ritmos muy elevados, después de tres años consecutivos de reducción.

Según sus datos, esa gigantesca área vegetal perdió 3.235 kilómetros cuadrados de bosque en los últimos cinco meses de 2007, una cifra nunca antes vista en tan corto periodo de tiempo. Pero el Instituto Nacional de Pesquisas Ambientales alertó de que esa pérdida puede ser mayor y llegar a los 7.000 kilómetros cuadrados.

La expansión de las fronteras agrícolas por productores interesados en nuevas áreas para cultivar soja y criar ganado se apunta como la principal causa de ese incremento de la deforestación, a juicio de la ministra del Ambiente, Marina Silva.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró que la noticia es "preocupante," pero agregó que era prematuro culpar al poderoso agronegocio. "Es como tener una picazón y creer que es una enfermedad más grave". El presidente también se mostró molesto con las ONG que protestan contra la deforestación. "Vayan a plantar árboles en sus países", espetó.

Medidas

Tras la divulgación de los últimos datos de deforestación, el Gobierno anunció una serie de medidas de refuerzo en la vigilancia y un endurecimiento de las penas para los responsables. Entre esas medidas se determinó que los hacendados y dueños de empresas en cuyas tierras se compruebe un alto índice de degradación no podrán recibir más créditos públicos.

Sin embargo, al parecer, las medidas restrictivas en lugares donde ya se ha producido la deforestación forzarían a taladores y hacendados a trasladarse a municipios vecinos. Esta es la opinión de Roberto Smeraldi, representante de Amigos de la Tierra en Brasil.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), estima que la Amazonia brasileña, que representa el 60% de la región, ha perdido en cobertura vegetal ya casi el 18% del total de sus 7 millones de kilómetros cuadrados. Según sus cálculos, esa degradación proseguirá debido a que, tal y como vaticinan los peores pronósticos, el rebaño en la Amazonia pasará de las actuales 73 millones de cabezas de ganado a unas 210 millones en 2030. De la misma forma, en el escenario más pesimista, la extensión de las áreas de cultivo se ampliará desde los actuales 80.000 kilómetros cuadrados a cerca de 450.000 kilómetros cuadrados dentro de dos décadas.
 

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