La degradación del suelo afecta a más de 1.500 millones de personas, según el estudio Evaluación de la Degradación del Suelo en Zonas Áridas (LADA, por sus siglas en inglés) que la FAO publica hoy en conjunto con otras organizaciones internacionales. La erosión es causada principalmente por una mala gestión de la tierra, y se produce a pesar de que 193 países han ratificado la Convención de las Naciones Unidas para el combate contra la desertización de 1994.
Como consecuencia, una cuarta parte de la población mundial sufre de el hambre, la disminución de la productividad agrícola, la emigración, los daños a recursos y ecosistemas básicos y la pérdida de biodiversidad, según la FAO. "La erosión del suelo tiene importantes implicaciones para mitigar y adaptarse al cambio climático, ya que la pérdida de biomasa y materia orgánica del suelo desprende carbono a la atmósfera", señaló Parviz Koohafkan, responsable de la División de Tierras y Aguas.
Los expertos han descubierto que este mal ha afectado a nuevas zonas desde 1991, mientras que algunas áreas muy degradadas históricamente están ahora estables tras haber sido abandonadas o explotadas con un bajo nivel de productividad.
Los expertos han comprobado que existe una serie de lugares en donde el suelo se usa de forma sostenible (el 19% de las tierras agrícolas) o donde se alcanza una mayor calidad y productividad (el 10% de los bosques y el 19% de los pastizales). Muchos de los avances en tierras agrícolas están asociados con el riego, aunque también hay ejemplos de mejoras en tierras agrícolas de secano y los pastizales en las praderas de las Grandes Llanuras en Norteamérica y en la India occidental.
Algunas de las ganancias corresponden al incremento de la cubierta forestal, ya sea a través de plantación de bosques, en especial en Europa y Norteamérica, y algunos proyectos de bonificación de tierras, como sucede en el norte de China. Algunas de las iniciativas positivas se basan en la profileración de zonas de pastos y tierras agrícolas, pero esto no se considera una mejora del suelo.