La agencia espacial norteamericana,
NASA, y la europea,
ESA, destinarán más de 2.000 millones de dólares y quince años de trabajo para poder detectar las ondas gravitatorias que predijo el prestigioso científico Albert Einstein en su teoría de la relatividad general. Así pues, con esta investigación las dos agencias espaciales pretenden revelar los secretos que se ocultan detrás de los agujeros negros. Esta alianza se materializará en el proyecto
LISA (Laser Interferometer Space Antenna) que, por primera vez en la historia, intentará comprobar la existencia de la radiación gravitatoria, o sea, las ondas que se generan en grandes cataclismos astrofísicos, como por ejemplo en la colisión de dos estrellas, de dos agujeros negros o en la explosión de una supernova.