Hay diez sustancias orgánicas que no deberían acabar ni en el compost de nuestra casa -cuando nos dedicamos a producir abono orgánico- ni en el contenedor bio de la basura del barrio.
Éstos son los materiales prohibidos
Residuos biológicos de animales domésticos, porque pueden tener parásitos
Restos de comida con aceite, porque éste no se descompone
Papel impreso; éste debe introducirse en el contedor especial para papel
Maderas muy elaboradas, como las procedentes de los muebles, porque contienen sustancias que no se descomponen
Los lácteos o las agujas de pino provocan acidez en el compost
Los granos de cereales atraen a los parásitos
Malas hierbas, porque pueden echar raices de nuevo