Tras nueve días de reuniones, los gobiernos miembros de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA), reunidos en Dubrovnik (Croacia), no han llegado a adoptar las medidas necesarias para salvar la población de atún rojo del Atlántico Oriental y Mediterráneo.
Greenpeace denuncia el fracaso de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) a la hora de adoptar medidas para salvar esta especie
Durante los últimos tres días el barco insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior, ha estado navegando frente al hotel en el que se desarrollaba la conferencia de la CICAA para recordar a los delegados que la especie más valiosa de la región se encuentra, según los científicos, al borde del colapso.
Pese a los esfuerzos de algunas delegaciones, encabezadas por Estados Unidos, de adoptar un verdadero plan de recuperación de la especie, la Comunidad Europea bajo la presión de Francia e Italia ha decidido seguir la opinión de la industria atunera en lugar de la de los científicos. España, pese a una resolución adoptada la semana pasada por el Parlamento español solicitando una importante reducción de las capturas, no ha hecho nada para influir la postura comunitaria.
La resolución que los gobiernos miembros de la CICAA han adoptado finalmente deja el mes de junio, principal mes de reproducción del atún rojo, abierto a la actividad pesquera y ha adoptado un cuota de pesca insostenible de 29,500 toneladas en 2007.
"La industria atunera mediterránea pretende continuar sobreexplotando el atún rojo como si nada hubiera pasado. Están acabando con la población de atún y a la vez destruyendo su futuro. La Comunidad Europea ha allanado el camino a los principales responsables del agotamiento de la población", declaró Sebastián Losada, de la campaña de océanos de Greenpeace, desde Dobrovnik.
Esta especie sufre en la región de una de las mayores tasas de pesca ilegal de todo el mundo, con capturas de más de 50.000 toneladas pese a que la cifra legal es de 32.000 toneladas . El pasado mes de septiembre los científicos establecieron que las capturas no deberían exceder las 15.000 toneladas. El llamado "plan de recuperación" que la Comunidad Europea ha presentado no incluye ningún recorte significativo de las capturas de atún rojo ni la protección de la población durante su periodo de reproducción. De hecho la Unión Europea se ha opuesto incluso a la creación de un grupo de trabajo para identificar a los países responsables de las capturas ilegales, tal como había sugerido la delegación de Estados Unidos.