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10/07/2007 - 11:18h
Se presenta el "Perfil Ambiental de España 2006"
Excesiva urbanización, augmento del transporte por carretera, incremento de las emisiones de efecto invernadero… Éstos son algunos de los datos más negativos que se recogen en el informe “Perfil Ambiental de España 2006”.
El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, presentó el viernes en Madrid la tercera edición del “Perfil Ambiental de España 2006”, un informe elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente que, de forma completa y detallada, expone la situación ambiental española.
El principal objetivo de este informe es recoger toda la información disponible sobre el estado del medio ambiente del país; para ello, se estudian un total de 75 indicadores ambientales, que se actualizan regularmente mediante el Banco Público de Indicadores Ambientales.
El informe tiene un carácter anual y ésta es ya la tercera edición que se publica.
Conclusiones
Una de las conclusiones de dicho informe es que el transporte por carretera sigue siendo el más utilizado y coninúa en crecimiento. De hecho, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte se incrementaron un 78,3% durante el periodo 1990-2005, mientras que las sustancias acidificantes disminuyeron un 2,7%.
No obstante, han disminuido las emisiones de gases acidificantes, sobre todo el SO2, debido a la sustitución de algunos combustibles por el gas natural, así como por la desulfuración del gas de combustión en algunas centrales térmicas. Igualmente, se ha registrado una reducción de las emisiones de algunos precursores del ozono troposférico, como el CO y CVNM.
Según este informe, en 2006 se produjo, por primera vez, un crecimiento económico, pero se redujo el consumo de energía.
En contrapartida, el urbanismo ofrece una cara oscura, ya que se ha detectado que la ocupación del suelo por el desarrollo urbano y las infraestructuras aumenta a un ritmo mayor que la población.
En cuanto al agua, se ha detectado un incremento notable de la desalación de agua marina, que alcanza ya el 2% de los usos de consumo. Igualmente, según el ministerio de Medio Ambiente, la calidad de las aguas superficiales continentales y marinas ha mejorado, debido fundamentalmente al incremento en el tratamiento y depuración de las aguas residuales urbanas. En cambio, no ocurre lo mismo en las áreas agrícolas, donde la contaminación de las aguas es superior.
En este sentido, la superficie dedicada a agricultura ecológica se ha multiplicado por 190 en los últimos 15 años.
En materia de residuos, el porcentaje de reciclado ha pasado, en una década, del 12% al 32%.
El principal objetivo de este informe es recoger toda la información disponible sobre el estado del medio ambiente del país; para ello, se estudian un total de 75 indicadores ambientales, que se actualizan regularmente mediante el Banco Público de Indicadores Ambientales.
El informe tiene un carácter anual y ésta es ya la tercera edición que se publica.
Conclusiones
Una de las conclusiones de dicho informe es que el transporte por carretera sigue siendo el más utilizado y coninúa en crecimiento. De hecho, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte se incrementaron un 78,3% durante el periodo 1990-2005, mientras que las sustancias acidificantes disminuyeron un 2,7%.
No obstante, han disminuido las emisiones de gases acidificantes, sobre todo el SO2, debido a la sustitución de algunos combustibles por el gas natural, así como por la desulfuración del gas de combustión en algunas centrales térmicas. Igualmente, se ha registrado una reducción de las emisiones de algunos precursores del ozono troposférico, como el CO y CVNM.
Según este informe, en 2006 se produjo, por primera vez, un crecimiento económico, pero se redujo el consumo de energía.
En contrapartida, el urbanismo ofrece una cara oscura, ya que se ha detectado que la ocupación del suelo por el desarrollo urbano y las infraestructuras aumenta a un ritmo mayor que la población.
En cuanto al agua, se ha detectado un incremento notable de la desalación de agua marina, que alcanza ya el 2% de los usos de consumo. Igualmente, según el ministerio de Medio Ambiente, la calidad de las aguas superficiales continentales y marinas ha mejorado, debido fundamentalmente al incremento en el tratamiento y depuración de las aguas residuales urbanas. En cambio, no ocurre lo mismo en las áreas agrícolas, donde la contaminación de las aguas es superior.
En este sentido, la superficie dedicada a agricultura ecológica se ha multiplicado por 190 en los últimos 15 años.
En materia de residuos, el porcentaje de reciclado ha pasado, en una década, del 12% al 32%.
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