Así se ha señalado en el transcurso de unas jornadas organizadas en Valencia por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la OTAN para analizar la escasez de agua, la degradación de la tierra y la desertización, así como sus implicaciones en la seguridad ambiental en las regiones mediterráneas.
El director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación, José Luis Rubio, se ha preguntado si los países del norte del Mediterráneo, especialmente los europeos, estarán preparados para acoger a todas estas personas que, según los expertos, serán las que más padezcan los problemas derivados de estos fenómenos.
Rubio ha destacado que el área del Mediterráneo está »abocada a una situación preocupante« debido a la creciente escasez de agua que, según ha dicho, supondrá que en 2025, más de 60 millones de personas vivan con menos de 500 metros cúbicos de agua por persona y año, así como a la degradación del suelo.
Ha asegurado que estas tendencias serán más crecientes en las orillas sur y este del Mediterráneo, en las que se añade un «incremento demográfico intenso» y una población joven que no tendrá posibilidades de empleo porque «el tejido industrial de estas zonas es débil».
Por ello, los participantes en este seminario han abogado por fomentar la cooperación entre los países del área mediterránea por encima de las diferencias culturales o religiosas, y han defendido la transferencia de conocimientos y tecnología para hacer frente a los problemas medioambientales.
Asimismo, han apostado por una mayor concienciación social respecto a estos asuntos y un aumento de la información sobre estos fenómenos, ya que, según el representante de la OTAN Fausto Pedrazzini, si no se conoce el problema, difícilmente se le podrá hacer frente.
En este sentido, ha explicado que todas las ponencias y debates producidos en este seminario se recogerán en un libro y se remitirán a todos los países que forman parte tanto de la OSCE como de la OTAN, con el objetivo de que se puedan tomar decisiones políticas para hacer frente a estos problemas. Entre las iniciativas a desarrollar, los presentes en estas jornadas han planteado la posibilidad de imitar en el Mediterráneo la Iniciativa sobre Medio Ambiente y Seguridad (ENVSEC, en sus siglas en inglés), puesta en marcha en el este de Europa por varias organizaciones internacionales, como la ONU, la OTAN o la OSCE.