"Este año puede ser un año complicado. Las últimas lluvias han ayudado a que especies frugales y herbáceas aparezcan en los bosques y el material estará muy seco este verano, lo que hace que algunas zonas de España sean un polvorín", dijo a Europa Press el secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, Raúl de la Calle.
A su juicio, mientras que la inversión en extinción de incendios es eficaz, las partidas destinadas a prevención son "insuficientes", por lo que todas las comunidades autónomas deberían incrementar sus aportaciones para mejorar la gestión de los montes y, especialmente, profesionalizar a las cuadrillas que tienen que realizar estas tareas entre octubre y mayo. "Es un gran error tratar el problema de los incendios sólo desde el punto de vista de la extinción", insistió.
Además, aunque aseguró que la política de actuaciones en la Red de Parques Nacionales es positiva, señaló que "el problema está en las zonas perimetrales" de estos espacios, donde no se realizan las mismas inversiones para evitar que grandes incendios les afecten, como ocurre con el de La Gomera, que amenaza al Parque Nacional de Garajonay.
Mientras, la investigadora del Instituto de Investigaciones Agroquímicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Darsi Carballos, coincidió en que las altas temperaturas de los últimos días han elevado el riesgo de incendios y advirtió de que además de, prevención y extinción, hay que invertir en la restauración de los suelos.
"El efecto más temible de los incendios es, en realidad, la erosión del suelo -subrayó-. Si no se le pone freno inmediatamente, protegiéndolos frente a las lluvias torrenciales, puede acabar floreciendo roca en los montes y entonces la regeneración tardaría años".
Por su parte, Gabriel Leblic, asesor consejero de la Junta de Decanos del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, insistió en que si en verano hay temperaturas "altas" hay "gran peligro de incendios". Leblic insistió en que los medios para la extinción siguen incrementándose, aunque repitió que no se ha adoptado en España una cultura de prevención realmente eficaz contra estos siniestros. "Sin prevención, con un verano cálido y humedad relativamente baja, habrá grandes incendios", aventuró.
Por otro lado, advirtió de que la Fiscalía coordinadora de Medio Ambiente tiene pocos medios para actuar frente a aquellos que provocan los incendios. "Sólo hay que ver el número de incendios que se registran y los pocos imputados que hay", enfatizó.
Tampoco le convence la prohibición de recalificar un terreno incendiado durante 30 años porque, a su juicio, sólo el 1 por ciento de los fuegos se debe a cuestiones urbanísticas y en los terrenos públicos esta prohibición ya existía.
Por su parte, De la Calle añadió que esta prohibición es "una navaja de doble filo". "A un particular le bastaría una cerilla para evitar que la Administración le expropiase una finca privada para hacer una autovía", reflexionó.