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Alojar bosques ¿ el negocio de la nueva era ?

Si dos más dos son cuatro, y aquellos que contaminan con CO2 deben pagar por ello, quienes alojan bosques -lo que permite fijar el CO2 y emitir oxígeno a la atmósfera- deberian cobrar por ello... ¿ o no ?

Pues ése es el argumento del municipio de Coca (Segovia). Todo el ayuntamiento en pleno ha aprobado una solicitud elaborada por el alcalde que se basa en una de las principales conclusiones del Protocolo de Kioto: la conservación de los bosques como fuente de la limitación del CO2.

El municipio pide, por tanto, recibir compensaciones por la función medioambiental de los bosques que se alojan en su territorio, compensaciones que según su propuesta, deberían ser económicas y extensibles a todo particular o administración en propiedad de masas forestales. Es decir, proponen la entrada en el mercado de CO2 de 'agentes limpiadores' retribuídos en función de las emisiones de CO2 evitadas, en contraposición a los actuales agentes de ese mercado, que pagan por los derechos de emisión de ese gas tóxico.

Varias asociaciones forestales han aplaudido ya la iniciativa.

No es tan descabellado pensar que a medio plazo se comience no sólo a penalizarse a quienes contaminan, sino a premiar a quienes prefieren mantener sus propiedades forestales intactas frente al rápido avance de la industria de los biocombustibles, del consumo de madera para papel o de la especulación urbanística. Ninguna opción es descartable en la lucha contra el cambio climático.