A pesar de los esfuerzos para luchar contra el cambio climático, los ecologistas denuncian que todavía se usan gases HFC, después de que la UE rechazara prohibirlos totalmente
El aire acondicionado necesita gas para funcionar. Los gases clorofluocarbonos (CFC) se muestran muy efectivos, pero su composición haloalcalilna destruye la capa de ozono atmosférica que nos protege de los rayos cósmicos nocivos. Su sustituto desde el Protocolo de Montreal de 1987, el hidrofluorocarbono (HFC), reduce los efectos dañinos de los primeros.
Sin embargo, la asociación conservacionista Greenpeace denuncia que se sigue permitiendo el empleo de estos gases refrigerantes en aparatos de frío, a pesar de que, según ellos, tiene un 'alto potencial' de favorecer el cambio climático y conllevan mayor consumo de energía. En un comunicado, esta organización propone que la sustitución de HFC en equipos generadores de frío por tecnologías basadas en los hidrocarburos -denominados 'greenfreeze'- forme parte del Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisiones Contaminantes para cumplir el Protocolo de Kioto. Según Greenpeace, las tecnologías ecológicas como 'greenfreeze', que consumen menos energía, son especialmente importantes cuando la demanda eléctrica alcanza máximos históricos en España por el uso masivo de aparatos de aire acondicionado 'ineficaces'.
'La pasividad de la Administración -aseguran los ecologistas- está permitiendo que los consumidores sean engañados con falsas etiquetas ecológicas en aparatos que llevan HFC. El responsable de Cambio Climático y Energía de Greenpeace, José Luis García Ortega, considera que la UE no apoya a los industriales con el reglamento que necesitan para fabricar productos ecológicos y 'está despreciendo el medio ambiente para hacerle el juego a unos pocos fabricantes de sustancias químicas'. Greenpeace recuerda que la UE rechazó, a instancias de la industria, un borrador de reglamento para restringir los gases fluorados'.
La organización cita las conclusiones de un estudio sobre refrigeración doméstica, en la que son 'mucho más eficientes' los sustitutos de los HFC. Sólo utilizan HFC, cuatro de los 866 electrodomésticos de bajo consumo analizados por la asociación, de 21 fabricantes europeos acogidos a la iniciativa Energy Plus de la Comisión Europea; ocho no indican qué tipo de refrigerante emplean, y el resto recurre a los gases 'verdes'. El HFC es 1.300 veces más potente que el anhídrido carbónico en la influencia sobre el cambio climático, según Greenpeace.
Fuente: La Razón, 30 de mayo de 2006