Éste fue uno de los principales puntos de encuentro de los participantes en la reunión, en la que se debatió un documento base coordinado por el director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Lucha Contra el Cambio Climático, Faustino García Márquez, y en el que también han colaborado representantes del Foro de Desarrollo Sostenible y de la oficina española sobre el Cambio Climático.
El ingeniero Ignacio Gafo Fernández explicó durante su intervención que no se ha estudiado suficientemente el impacto del cambio climático en las regiones ultraperiféricas, al contrario que en el territorio continental, por lo que demandó la creación de un fondo específico para esta materia, con cargo a los Fondos Estructurales, que permita un análisis en profundidad. Asimismo, estimó que otra posibilidad consistiría en la utilización de la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) para invertir en procesos de adaptación al cambio climático.
Gafo detalló los principales efectos del cambio climático en las infraestructuras y señaló que la posible elevación de la cota de inundación en unos 30 ó 40 centímetros tendría consecuencias en las carreteras, en los equipamientos eléctricos o incluso residenciales. Ante ese panorama, demandó la adopción de nuevas normas de diseño en las infraestructuras, que tengan en cuenta los riesgos que implicará el cambio climático, traducidos en un aumento de la temperatura, una disminución de las precipitaciones con episodios torrenciales más frecuentes y el cambio en los regímenes de viento.
Precisamente, el cambio de los vientos fue uno de los argumentos más repetidos en la reunión, hasta el punto de que expertos como Oscar Bergasa, del Foro de Desarrollo Sostenible, mantuvo que este aspecto será más importante incluso que el aumento de las temperaturas o la disminución de precipitaciones, puesto que provocará cambios en la biodiversidad de las Islas, o variaciones en el sector turístico, en coincidencia con lo señalado también por Carmelo León, catedrático de Ciencias Económicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Durante el debate también se puso de manifiesto la posibilidad de que las variaciones de temperatura provoquen la aparición de enfermedades tropicales en las Islas.