El nuevo cemento, que utiliza una materia prima diferente, realmente tiene un mercado potencial gigantesco. Las 20.000.000 millones de toneladas de cemento usadas anualmente en todo el mundo suponen el 5% de las emisiones mundiales de CO2, más que todo el CO2 producido por toda la industria aeronáutica. Y a largo plazo parece existir la tendencia a es a aumentar.
La fabricación de cemento tradicional emite CO2 a través de dos fuentes: por un lado su producción requiere de un calor intenso, y por lo tanto es necesario invertir mucha energía para calentar los hornos que calientan el material. Y además, emite CO2 cuando cuece. Pero hasta ahora, nadie a encontrado una forma de eliminar este problema en la fabricación industrial.
El cemento de Novacem, basado en silicatos de magnesio, o solo requiere de una temperatura mucho menor, sino que además absorbe grandes cantidades de CO2 cuando solidifica, consiguiendo así eliminar CO2 de la atmósfera. Novacem ya ha atraído la atención de grandes compañías constructoras tales como Minerales Río Tinto o el grupo WSP.
Según esta empresa, su producto puede absorber 0,6 toneladas de CO2 por cada tonelada de cemento, lo cual es más que destacable, si lo comparamos con las 0,4 toneladas de CO2 que emite cada tonelada de cemento convencional.
Otros intentos de hacer un cemento más ecológico han incluido añadir más agregados a la mezcla, usando así menos cemento, pero esto no elimina el problema de las emisiones durante la fabricación del mismo. Otras opciones han utilizado polímeros en la mezcla, pero ninguno ha significado un gran impacto para el mercado.
Un portavoz de la Asociación del Cemento Británico ha expresado su escepticismo, diciendo que se trata de trabajo de laboratorio pero que la disponibilidad de algunos ingredientes puede hacer improbable que se traten de una alternativa real en cantidades industriales.
El cemento tradicional, también denominado cemento Portland, está hecho de una mezcla de ingredientes que deben ser calentados hasta los 1.500ºC. El procesamiento de estos ingredientes producen 0,8 toneladas de CO2 por cada tonelada de cemento. Cuando se mezcla con agua para utilizarlo en construcción, cada tonelada de cemento puede absorber hasta 0,4 toneladas de CO2, pero aún así queda una huella de 0,4 toneladas por tonelada de cemento.
El cemento de Novacem, que tiene una patente, utiliza silicatos de magnesio, que no emite CO2 cuando es calentado. Su proceso de producción además requiere de temperaturas mucho más bajas, sobre los 650ºC. Esto conduce a unas emisiones totales de CO2 de 0,5 toneladas de CO2 por cada tonelada de cemento usado. Pero la fórmula de Novacem, además absorbe más CO2 cuando solidifica, aproximadamente 1,1 tonelada, por lo que su huella de carbono es negativa.