9/02/2006 - 17:42h

Contra el cambio climático

El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático ofreció una conferencia ayer en el Ayuntamiento de Barcelona

Arturo Gonzalo Aizpiri: “España debe modificar su modelo energético por motivos económicos y ambientales”

Según el secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, “ España necesita modificar su modelo energético por motivos económicos y ambientales“, tal y como señaló en el transcurso de la conferencia que pronunció el pasado 8 de febrero en el Ayuntamiento de Barcelona, bajo el título Instrumentos e Indicadores para la lucha contra el cambio climático, enmarcada en las jornadas Repensar la energía.

En la conferencia, organizada por la Agencia de Energía de Barcelona y presidida por la tercera teniente de alcalde y presidenta de la Agencia, Imma Mayol, Arturo Gonzalo Aizpiri señaló que el Protocolo de Kyoto “puede ser una buena solución, porque obliga a tomar medidas”, y, al mismo tiempo, “propone instrumentos eficientes, como el comercio de emisiones, a los que España necesitará recurrir”.

“En 2005 hemos superado la media europea de emisiones per capita de gases de efecto invernadero”, lo cual “tiene un coste ambiental, pero también económico”. El secretario general defendió la validez del sistema del comercio de emisiones en la lucha contra el cambio climático, aunque reconoció que “no resuelve las emisiones difusas” (producidas por el transporte privado y el sector residencial), y que, por tanto “se requiere del esfuerzo de las Administraciones públicas, en particular, de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos”.

Aizpiri instó a realizar cambios “drásticos, que no quiere decir dramáticos” en sectores como el urbanismo, la edificación y la movilidad urbana, tras resaltar que “el modelo de desarrollo de España se ha basado en dos actividades con un uso de la energía muy intensivo: el transporte y la construcción”. En el caso del sector del transporte, recordó que éste es el principal foco de emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero, y, por tanto, una de las principales dificultades para que España cumpla con el compromiso adoptado por el Protocolo de Kyoto.

“Es necesario repensar la energía”, subrayó el representante del Ministerio de Medio Ambiente, ya que en un escenario de precios altos de la energía, la dependencia del exterior (que en el caso español alcanza el 80%, indicó), junto con el alto grado de ineficiencia y el incremento gradual de la intensidad energética (la relación entre el consumo de enería y el Producto Interior Bruto) forman un “cóctel explosivo”.

Aizpiri no olvidó exponer las consecuencias más importantes del cambio climático: el sobrecalentamiento del planeta y el consecuente aumento de las temperaturas medias, la escasez de los recursos hídricos y la aceleración del aumento del nivel del mar; y sus repercusiones sobre la Península Ibérica.

En los últimos 150 años, recordó el secretario general, la temperatura peninsular se ha incrementado en un grado y medio; mientras que el nivel del mar ha crecido a un ritmo de entre uno y tres milímetros anuales. A este paso, según los cálculos del representante del Ministerio de Medio Ambiente, durante el siglo XXI podrían llegar a desaparecer importantes zonas costeras, como el Delta del Ebro y la Manga del Mar Menor, así como el 40 por ciento de las playas de la cornisa cantábrica
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