En este mismo periodo, otros diez de millones de personas sufrirán inundaciones cada año, debido al incremento de la temperatura y del nivel del mar, según el mismo informe.
Antes de 2050, los osos polares podrán ser vistos básicamenta en parques zoológicos, ya que sus hábitats habrán desaparecido. Los parásitos como hormigas del fuego prosperarán.
Por un tiempo, el alimento será abundante debido a las largas estaciones de bonanza climatológica en las regiones norteñas. Pero antes de 2080, centenares de millones de personas podrían hacer encontrarse cara a cara con el hambre, según el informe del PICC, que todavía está siendo revisado.
El borrador del informe, el segundo de una serie de cuatro que serán publicados este año, se centra en los efectos del calentamiento global. Escrito y revisado por más de 1.000 científicos de docenas de países, todavía debe ser corregido por los oficiales del gobierno, aunque se espera que el contenido no sufra modificaciones destacables.
Igualmente, el informe ofrece una cierta esperanza, en caso que las naciones retarden y reduzcan sus emisiones de gas de efecto invernadero, sin embargo afirma que el panorama actual no ofrece muchas garantías para que este cambio se produzca.
"Los cambios en el clima están afectando actualmente física y biológicamente a los sistemas biológicos en cada continente" dice el informe, en claro contraste a un informe de 2001 del mismo grupo internacional que anunciaba que los efectos del calentamiento del planeta estaban llegando. Pero este informe mencionaba solamente efectos regionales dispersos.
"Las cosas están sucediento más rápidamente de lo que esperábamos," afirma Patricia Romero Lankao del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colo., uno de los muchos coautores del nuevo informe.
El borrador del informe afirma que los científicos son altamente confidentes que muchos problemas actuales -cambio en los hábitos y los hábitats de las especies, océanos más acidificados, pérdida de zonas húmedas, la desaparición de los arrecifes coralinos y aumento de alergias inducidas por el polen- se pueden atribuir al calentamiento global.
Por ejemplo, el informe dice que Norteamérica "ha experimentado ya la interrupción substancial del ecosistema, social y cultural debido a episodios recientes de clima extremo" como huracanes e incendios forestales.
Pero Lankao afirma que el calentamiento global pronto "afectaría la vida cotidiana de todos", así como que "los sectores pobres que serán los más afectados."
Otro coautor, Ferry Root de la Universidad de Stanford, asegura que "estamos al filo de la extinción total" de las especies.
El proyecto de informe dice también que centenares de millones de africanos y que diez de millones de latinoamericanos, que ahora disponen de agua, sufrirán de escasez de ella en menos de 20 años. Antes de 2050, más de mil millones de personas en Asia tendrán el mismo problema; y para 2080, la escasez de agua podría amenazar entre 1,1 mil millones y 3,2 mil millones personas. Todo esto, dependiendo del nivel de emisiones de gases de efecto invernadero de los coches y de la industria.
Según el informe, los índices de mortalidad en el mundo pobre serán más elevados para el 2030, debido a los cambios que comportará el calentamiento global, como la desnutrición y la diarrea. Para el 2080, de 200 a 600 millones de personas podrían sufrir hambre debido a los efectos del cambio climático.
Por otra parte, el texto afirma que desaparecerán los glaciares pequeños de Europa, y que los glaciares grandes del continente disminuirán notablemente de tamaño antes de 2050. Así, la mitad de las especies de plantas de Europa podrían ser vulnerables, estar en peligro o extinguirse en 2100.
Pero el golpe más duro lo podrían sufrir los continentes de África y Asia, especialmente las islas pequeñas y ciertos ecosistemas cercanos a los polos. Norteamérica, Europa y Australia, en cambio, se prevé que sufran daños inferiores. "En muchas partes del mundo y en la mayoría de los segmentos de la población, las formas de vida podrían cambiar como resultado de cambio del clima," dice el informe.
Muchos, aunque no todos, de esos efectos pueden prevenirse, asegura el informe, si dentro de una generación el mundo reduce sus emisiones de dióxido de carbono y si se estabiliza el nivel de los gases de efecto invernadero. Si éste fuera el caso, "la mayoría de los impactos importantes en bienestar humano serían evitados; pero algunos impactos importantes en ecosistemas probablemente sucederán".
Las Naciones Unidas creó en 1988 una red de 2.000 científicos como asesores regulares del medio ambiente del planeta.