4/04/2008 - 16:00h

El cambio climático hará aumentar las enfermedades infecciosas

Protestas contra el cambio climático.Las modificaciones en la temperatura de cada estación y en el régimen de lluvias, causadas por el cambio climático, afectarán la salud humana debido al aumento de las enfermedades infecciosas, advirtieron científicos canadienses. La Asociación Médica Canadiense señaló en su revista mensual que estas modificaciones llevarán a un aumento de las enfermedades infecciosas y la expansión del área geográfica de los vectores de esos males, como los mosquitos y otros insectos.
 
De acuerdo con David Fisman, científico del Hospital Infantil de Toronto y coautor del estudio, el aumento de las temperaturas en América del Norte ampliará tanto el área como el tiempo de supervivencia de los insectos vectores de virus y bacterias patógenas.

En la actualidad, el mosquito que transmite el Virus del Nilo Occidental -que desde hace años se ha incrementado en Estados Unidos-, sólo puede sobrevivir en Canadá hasta el mes de septiembre, debido al ingreso temprano del frío.

Sin embargo, prevén que con las modificaciones de la temperatura que se han venido registrado por el cambio climático, este mosquito podría sobrevivir en un futuro hasta los meses de octubre y noviembre.

Lo mismo sucederá con la garrapata que transmite la enfermedad de Lime, que también llegó de zonas templadas de Estados Unidos y se expande en el este de Canadá con la población de ciervos.

De acuerdo con la Asociación Médica Canadiense, "es muy reconocida en los países en desarrollo la estrecha relación entre el clima, medio ambiente y enfermedades infecciosas. Por ejemplo, la importancia de las lluvias y sequías en la ocurrencia de la malaria".

Recordó además la influencia de la estación de sequía en las epidemias de enfermedades con el meningococo en la región africana subsahariana y la importancia del calentamiento de las aguas del océano en las ocurrencias del cólera.

La investigadora Amy Greer, del Hospital Infantil de Toronto y coautora del estudio, agrega que además del aumento de las temperaturas están los eventos extremos, como las fuertes lluvias que causarán inundaciones súbitas, incluso durante el invierno.

Esas inundaciones no solo aumentarán la incidencia de enfermedades gastrointestinales, sino que contaminarán las fuentes de agua potable con patógenos de la agricultura y la cría de ganado, como la bacteria E. coli que en 2000 contaminó la región de Walkerton, Ontario.

En esa ocasión, varios habitantes de Walkerton murieron por la contaminación del sistema de agua potable con una cepa agresiva de E. coli, que provenía de granjas de ganado bovino.

En América del Norte, el cambio climático puede expandir el área de enfermedades como la babiosis, anaplasmosis, la encefalitis Powassan, el dengue y otras más que ya están ampliando sus áreas geográficas porque el clima es más benigno y permite que sus vectores sobrevivan.

A esta situación se suma, según los científicos, los dos millones de viajes que los canadienses hacen anualmente a países como Cuba y República Dominicana, entre otros países latinoamericanos y caribeños donde hay enfermedades endémicas como el dengue y la malaria.

De acuerdo con los científicos canadienses, no se puede predecir cuáles vectores aprovecharán el calentamiento global y los cambios en los regímenes de lluvias, pero es "una posibilidad real" que este fenómeno ocurra en las próximas décadas.

Para el director del Departamento de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Centro de Ciencias Médicas Sunnybrook de Toronto, Andrew Simor, ya hay casos que confirman el estudio de Fisman y Greer.

Citó como ejemplo la enfermedad (micosis) provocada por el hongo cryptococcus gattii, que antes existía sólo en Australia y algunas zonas subtropicales, pero que ahora se registrado en Vancouver, en la provincia de Columbia Británica, desde donde está expandiéndose.
 
Este hongo causa infecciones graves en los pulmones y el cerebro de animales y seres humanos, y su aparición está vinculada -según Simor- al cambio climático.
 
Los especialistas anticiparon que en un clima más templado y húmedo que alargará la primavera y el verano en el norte canadiense habrá más vegetación y una "explosión" en la población de roedores, vectores del hantavirus, cuya infección puede ser fatal para los humanos.
 
El aumento de las infecciones de hantavirus en Estados Unidos, según el estudio, ha sido atribuido a las condiciones climáticas similares a las provocadas por el fenómeno de El Niño, que calienta la superficie de las aguas del Océano Pacífico.
 
La incidencia del síndrome pulmonar del hantavirus podrá aumentar en las próximas décadas, y también los riesgos de las plagas y micosis endémicas, ya que las esporas de hongos como el blastomyces dermatiditis -que causa enfermedades en huesos, pulmones y piel- tendrán condiciones óptimas para dispersarse.
 
Para enfrentar el reto y detectar anticipadamente las enfermedades emergentes, a fin de poder diagnosticarlas y tratarlas, los investigadores canadienses aconsejan que las instituciones de salud fortalezcan los sistemas de muestreo y de vigilancia.
 
El doctor Fisman señaló que la detección de tendencias -que permite anticipar en qué momento el problema llegará a ser grave-, sólo será posible al identificar y cuantificar anualmente el número de casos de las enfermedades infecciosas.
 
Este trabajo también deberá ser efectuado por los veterinarios en los animales domésticos, de crianza y salvajes, que pueden ser parte de la cadena vectora (zoonosis) del patógeno o son junto a los humanos víctimas de la infección emergente.
 
Si los veterinarios detectan un aumento de garrapatas en los animales de crianza o domésticos, es importante que notificarlo a las autoridades sanitarias, dijo la investigadora Greer.
 
Por otra parte, el doctor Simor aseveró que los médicos y estudiantes de medicina deben ahora educarse sobre infecciones y enfermedades subtropicales que hasta hace poco eran consideradas raras, para identificarlas y tratarlas.
 
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