1/04/2008 - 14:00h

El cambio climático y la acción del hombre acabaron con los mamuts

Mamut.Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y del Imperial College de Londres, publicado en la revista PLoS Biology, concluye que el cambio climático que comenzó hace ahora 21.000 años y la acción del hombre propiciaron la extinción de los mamuts.
 
Los expertos consideran que en su última época, el mamut quedó reducido a la Siberia àrtica a raíz de las bajas temperaturas y de las precipitaciones escasas en todo el planeta. Esta reducción de los hábitats habría favorecido el incremento de impactos antrópicos y las capturas de los mamuts por parte de los "Homo sapiens sapiens", que habrían provocado su extinción final.

El estudio, publicado ahora en la revista PLoS Biology, revela que el calentamiento que la Tierra registró desde el último Máximo Glaciar, el periodo que va desde hace 21.000 años a hace 10.000, hasta el Holoceno medio, hace aproximadamente 4.000 años, afectó las zonas árticas donde vivían los mamuts que, juntamente, con las migraciones humanas hacia el norte, desencadenaron la extinción final.

Los expertos consideran que en su última época, el mamut quedó reducido a la Siberia ártica. En estas circunstancias, los humanos contribuyeron a extinguir, finalmente, la especie, a pesar de que habrían cazado relativamente pocos ejemplares: entre un mamut por persona cada tres años, según la estimación más alta, y uno por persona cada 200 años, según la estimación más baja.

Desde que en 1806 Mikhail Adams descubrió el primer resto fósil de mamut en Rusia, los científicos han intentado identificar los factores que llevaron a la extinción de estos animales. Ha habido diversas hipótesis para explicar las posibles causas de la desaparición del mamut y de otros grandes mamíferos, entre ellas la caza intensiva de los humanos, los grandes cambios climáticos o la propagación de enfermedades.

Hace 21.000 años, buena parte de la Europa Central, así como el norte, estaba completamente cubierta de hielo. Las temperaturas eran mucho más bajas que ahora y las precipitaciones más escasas. Este cambio de clima tuvo importantes repercusiones en la vegetación que comían los mamuts. El calentamiento de la Tierra hizo que los bosques se desplazasen del sur de Eurasia hacia el norte.

Este cambio climático y de vegetación redujo las estepas del mamut a sólo algunas zonas al norte del continente, principalmente en la Siberia àrtica. Una reducción de los hábitats que habría favorecido el incremento de impactos antrópicos y las capturas por parte de los hombres habrían provocado la extinción final de los mamuts.

Hace 126.000 años, las condiciones climáticas más óptimas para el mamut estaban en una superficie aproximada de 0,3 millones de kilómetros por metro cuadrado. Hace 21.000 años, la superficie aproximada era de 3,7 millones de kilómetros por metro cuadrado y hace 6.000 años esta área se había reducido hasta los 0,8 millones de kilómetros por metro cuadrado.

El fenómeno que explicaría por qué los mamuts no desaparecieron hace 126.000 años reside, según los expertos, en que entonces no había "Homo sapiens sapiens" en el norte de Eurasia.
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