Los líderes de los siete países más industrializados y Rusia, que tienen distintas posiciones sobre la lucha contra el calentamiento global, pidieron, en un comunicado, la "contribución" de todas las economías avanzadas para lograr esa meta, en referencia a naciones emergentes que, como China y la India, son grandes emisores de CO2.
El presidente de turno del G8 anunció que los países miembros del grupo (EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia) han acordado fijar objetivos nacionales de recorte de emisiones de CO2 a medio plazo, en alusión al 2020.
"Reconocemos que las economías más desarrolladas difieren de las economías en desarrollo", por lo que las naciones ricas "pondrán en marcha objetivos ambiciosos a medio plazo" para "lograr reducciones absolutas de emisiones y, cuando se pueda, paralizar el aumento de las emisiones" según las circunstancias de cada país, dice el G8.
Los líderes instan además a las economías emergentes a "considerar seriamente" el recorte de los gases contaminantes a la mitad para 2050, se indica en el comunicado.
El primer ministro japonés dijo que el G8 está de acuerdo en que la meta de recortar a la mitad la emisión de gases que causan el efecto invernadero es ahora "un objetivo para el mundo entero".
Los mandatarios de EE.UU., Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Japón, Rusia y Alemania no han marcado, sin embargo, una fecha de referencia respecto a la cual debe producirse el recorte de la emisión de gases en 2050, como reclaman las ONG.
Japón había impulsado con fuerza un acuerdo en esta cumbre del G8 para 2050 mientras la Unión Europea (UE) prefería fijar la más cercana de 2020, en un porcentaje equivalente (un recorte del 20%), y EE.UU. presionaba para implicar a economías emergentes como la India y China.
En el acuerdo alcanzado, el Grupo de los Ocho califica de "útil" la propuesta japonesa a favor de un enfoque sectorial de las reducciones de gases contaminantes y señala que es "clave" que las grandes economías se comprometan a "medidas significativas" para un acuerdo post-Kioto.
El Protocolo de Kioto, que urgía a la reducción de al menos un 6 por ciento en la emisión de gases contaminantes, concluye su vigencia en 2012 y antes del final de 2009 debe haberse acordado el marco a seguir en el futuro inmediato.
"Serio reto" de la economía
En el segundo día de la cumbre, los líderes del G8 también expresaron su preocupación por el alto precio del petróleo y los alimentos, y las consecuentes presiones inflacionistas, que suponen "un serio reto" para la economía mundial.
Al término de su sesión de la mañana en la cumbre de Hokkaido, destinada a analizar la situación económica, los países más ricos del mundo pidieron a las naciones productoras de petróleo y a las consumidoras un "diálogo" que ayude a estabilizar los precios del crudo y de los alimentos.
Los mandatarios de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia señalaron que están dispuestos a incrementar sus "esfuerzos" para combatir la escalada del barril de crudo, que ha llegado a cotizar a un precio récord de 145 dólares.
Indicaron que esa situación, unida a los altos precios de los alimentos y de las materias primas, suponen un "serio riesgo" para el crecimiento mundial aunque precisaron a la vez que "no son pesimistas" sobre la situación económica.
Se mostraron a favor de completar "de forma exitosa" la ronda de Doha para la liberalización del comercio, ante la reunión que se celebrará a finales de mes en Ginebra.
Revisión de la ayuda a África
El G8 también renovó su objetivo de doblar la ayuda a África para 2010 e indicó que considerará la posibilidad de extenderla. En un comunicado, los Ocho anunciaron también nuevas iniciativas de ayuda, entre ellas la promesa de 100 millones de dólares para la adquisición de mosquiteros tratados con insecticida para 2010 y un aumento de los trabajadores sanitarios en el continente.
Expresaron su compromiso para luchar contra ciertas enfermedades tropicales y tratar al 75 por ciento de los afectados en un plazo de tres a cinco años.
También se mostraron de acuerdo en colaborar para ayudar a los países africanos a aumentar su producción agrícola y fomentar la inversión.
"Reconocemos que la asistencia oficial directa del G8 y otros donantes a África debería ser revisada y puede ser necesario aumentarla en el periodo posterior a 2010, más allá de nuestros compromisos actuales", declaran los líderes de EE.UU., Japón, Canadá, Rusia, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido.
El G8 se comprometió en su cumbre de Gleneagles (Reino Unido) en 2005 a doblar su ayuda a África para 2010, lo que elevaría esa asistencia a 50.000 millones de dólares anuales.
Reunión previa Alemania-EE.UU.
Angela Merkel se declaró "muy satisfecha" por los trabajos del G8 sobre el cambio climático y el precio de los alimentos y la energía.
La canciller alemana habló así tras una reunión bilateral con el presidente de EE.UU., George W. Bush, al margen de la cumbre. Bush no hizo referencia a esos asuntos y optó por destacar que ambos se encuentran de acuerdo en lo que respecta al programa nuclear iraní.
Los dos mandatarios se vieron hace escasamente un mes en las afueras de Berlín, en una reunión dominada por las actividades nucleares iraníes y en la que Merkel expresó su apoyo al endurecimiento de las sanciones contra el régimen de la República Islámica.