Los institutos españales que han participado en este estudio son el
Centro de Investigación Ecológica y Apliaciones Forestales y
el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Según Santi Sabater, perteneciente a este último, "la idea es ofrecer estos resultados para dar a conocer cómo evolucionarán los ecosistemas según lo que hagamos y hacia dónde los dirijamos ...
es necesario considerar que existe la posibilidad de anticipación ante problemas que pueden venir y como mínimo, prepararnos y dar información útil para la toma de decisiones".
Dentro de los diferentes escenarios a los que se puede llegar en 2080, sería posible que la elevación de la temperatura media en varios grados, el aumento de los períodos de sequía y un elevado riesgo de incendios serían transformen decididamente el potencial económico de la Península Ibérica y con ello, nuestra vida cotidiana.
Según el PIK, los profesionales del mundo de los negocios y las entidades públicas han dado la bienvenida a este estudio, el primero en cuantificar el impacto del cambio climático en la vida económica de los países, pues es una herramienta más para analizar el complejo contexto de las tendencias económicas y políticas.