El objetivo de este encuentro es concienciar y movilizar a gobiernos, instituciones públicas y otros organismos en la lucha contra el calentamiento global. Según el representante de la ONU para el Cambio Climático, Yvo de Boer, en esta convención los países deben decidir hasta dónde están dispuestos a llegar más allá del protocolo de Kyoto, ya que éste finaliza en 2012.
La ONU ha pedido a los países participantes que recorten de forma urgente las emisiones de gases de efecto invernadero y que haya más cooperación con los países en desarrollo.
En este sentido, Yvo de Boer afirmó durante la inauguración del encuentro que “los países más avanzados son los que deben tomar el liderazgo de esta lucha ya que son los que más contaminan”.
Durante la conferencia de Viena, se reflexionará sobre el informe que elaboró la ONU sobre las consecuencias económicas del cambio climático en los próximos 25 años. Y es que, según el texto de Naciones Unidas, de aquí a 2030 serán será necesario invertir unos 200.000 millones de dólares, especialmente en energías renovables, para mantener las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles actuales.
De Kyoto a Bali
La Convención de Viena es un preparatorio para saber la opinión, actitud y predisposición de los diferentes países de cara a la cumbre de Bali sobre cambio climático que se celebrará del 3 al 14 de diciembre. Y es que la reunión de Bali debe servir para buscar un protocolo sucesorio al de Kyoto, que finaliza de aquí a cinco años.
Antes de finales de año, se celebrarán dos reuniones preparatorias más a la cumbre de Bali: una el 24 de septiembre en la sede de la ONU en Nueva York y otra, tres días más tarde en Washington, de los 15 países más contaminadores, incluyendo Estados Unidos, China e India.
Según la ONU, el plazo límite para lograr un compromiso internacional sobre el acuerdo que sustituya el Protocolo de Kioto es 2009.
El Protocolo de Kioto, ratificado por 166 países en 1997, fijó como objetivo que 35 países industrializados redujeran sus emisiones de gases de efecto invernadero un 5 % respecto los niveles de 1990. Pero esta meta está lejos de cumplirse, a lo que hay que añadir que algunos de los mayores consumidores de energía, como EE.UU. y Australia, no subscribieron el acuerdo, mientras que los países con mayores tasas de crecimiento, como India y China, tampoco están obligados a cumplirlo.
Presión sobre China
Este fin de semana la canciller alemana, Angela Merkel, ha visitado China, y ha intentado presionar al gobierno chino para que se comprometa a luchar contra el cambio climático.
Debido a su extensión, a su población y al rápido crecimiento económico, China es uno de los países que más está aumentando la emisión de gases contaminantes. No obstante, el gobierno chino no se muestra dispuesto a tomar medidas ecológicas si con ello perjudica el desarrollo económico. Es más, China ha tirado la pelota al campo occidental y afirma que “son los países desarrollados los que han contribuido más al cambio climático, porque han crecido a un ritmo muy fuerte durante 200 años”. Igualmente, el país asiático pide que se le deje crecer económicamente, como ya lo hicieron en su momento los países ricos.