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La nueva ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo este lunes, a su llegada al consejo de titulares de Energía de la Unión Europea (UE) en Luxemburgo, que España dejará de "ser un lastre" en la lucha contra el cambio climático y se acomodará entre los países que hasta el momento van pioneros ante este objetivo. -"Cambiamos de posición. España deja de ser un lastre y se apunta con aquellos países que tienen inclinación de progreso, vocación de futuro", declaró Ribera.

Actualmente, la posición consensuada por los países antes de la negociación con el Parlamento Europeo del próximo miércoles en Luxemburgo pasaba por encabezar una tasa mínima del 27% en renovables en 2030 y un objetivo de ascenso del 30 % en eficiencia energética para el mismo horizonte.

"Creo que las posiciones defendidas en el Parlamento Europeo son las más solventes: un 35 % en materia de renovables y un 35 % como objetivo de eficiencia energética", dijo Ribera, que apartará a España de los planteamientos conservadores en materia de medioambiente de Polonia, Rumanía o Hungría, y se acomodará junto a Francia, Suecia o Dinamarca.

El anterior Gobierno de Mariano Rajoy, con Álvaro Nadal como ministro de Energía, se alineó con las posiciones conservadoras del Consejo: arrancó defendiendo una transición muy lenta, con una tasa del 27%, y luego se mostró abierto a llegar al 30% a condición de que se incrementara la capacidad de interconexión eléctrica entre países para favorecer los intercambios y atenuar posibles aumentos de precios.

Ribera llega con otros planes que confirmó esta mañana: incorporarse con los países que defienden una mayor apuesta por las renovables y por tanto una "descarbonización" más deprisa que la que postulaba el PP.

Las dos directivas en cuestión forman parte del llamado "paquete de invierno", una extensa ofuscación de la normativa comunitaria para llevar a cabo los compromisos de la UE en la Cumbre del Clima París, de reducir un 40% sus emisiones contaminantes en 2030.