18/11/2005 - 16:47h

Estudio sobre el efecto invernadero en los polos, confinanciado por Madrid, Nava

La Junta de Castilla León presenta el libro 'Diario polar', escrita por científicos españoles que participaron en el estudio y editado por la Consejería de Medio Ambiente de esta Comunidad Autónoma
Carlos Fernández Carriedo destaca el compromiso de la Junta de Castilla y León con el cumplimiento del Protocolo de Kyoto y defiende la consideración de las masas forestales de Castilla y León que absorben 9,5 millones de toneladas de CO2 al año gracias al papel de sumidero que realizan los bosques de la Comunidad.  El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha presentado el libro Diario polar. En esta obra, los científicos Mª Carmen Domínguez y Adolfo Eraso desvelan algunas de las claves que explican aquí nos dicen los glaciares sobre el calentamiento global.

Carmen Domínguez y Adolfo Eraso forman el equipo científico que ha llevado a cabo el Proyecto GLACKMA (GLAciares, CrioKarst y Medio Ambiente), que ha cofinanciado la Junta de Castilla y León, en colaboración con los gobiernos autonómicos de Madrid y Navarra.

El calentamiento global de la Tierra se ha convertido en una de las grandes preocupaciones medioambientales de nuestro tiempo. En este ámbito, la Junta de Castilla y León ha cofinanciado la primera fase del Proyecto GLACKMA durante los años 2001-2003, un proyecto científico diseñado para el estudio del efecto invernadero en la fusión interna de los glaciares polares y sus efectos en las condiciones meteorológicas del planeta.

  Desde el inicio del mismo y con dos expediciones polares cada año (ártico y antártico) se han implementado a diferentes latitudes y en ambos hemisferios, estaciones de medida para registrar la evolución de los glaciares, permitiendo de este modo un seguimiento preciso de la evolución del calentamiento global del planeta.
  Diario polar, editado por la Consejería de Medio Ambiente, recoge una visión actualizada del calentamiento global, a partir del estudio y del registro de distintos parámetros en los glaciares, así como una recopilación de los diarios de expedición elaboradas con marcado carácter divulgativo, conscientes de la importancia de la educación ambiental para el cambio de determinadas actitudes y comportamientos en relación con la protección de la Naturaleza.

La importancia del cambio climático y la preocupación que suscita su prevención sigue presente en las estrategias de actuación de la Consejería de Medio Ambiente.  Además de participar en la primera fase del Proyecto Glackma, que ha culminado con la publicación del libro Diario Polar, la Junta de Castilla y León, a través de las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura, ha organizado recientemente el I Congreso sobre Cambio Climático: Agricultura y Medio Ambiente, celebrado en Valladolid los días 10,11 y 12 de noviembre de 2005, con la participación de más de 70 ponentes procedentes de España, Argentina, Reino Unido y Brasil.  

Ante la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto, el 16 de enero de 2005, la Junta de Castilla y León ha realizado las siguientes actuaciones:

 

  • En su ámbito competencial, corresponde a la Administración regional la autorización, control, inspección y sanción de las empresas afectadas. Hasta el momento se ha realizado la autorización de 62 instalaciones en la Comunidad.
  • Fomento de las energías renovables. Castilla y León es ya una potencia en energía eólica y tiene programas muy importantes en relación con la energía solar, biocarburantes y biomasa. Si a esto se une la importancia de la energía hidráulica, se pone de manifiesto la voluntad de reducir la dependencia energética del exterior y de los combustibles fósiles que computan a los efectos del Protocolo de Kyoto.
  • El aprovechamiento de la biomasa de nuestros bosques tiene el doble efecto de mejorar las masas forestales y de contribuir al cumplimiento del Protocolo de Kyoto. Castilla y León es la primera región española en superficie forestal y en volumen de recursos absolutos y relativos destinados a la gestión forestal. En relación con este asunto, la Junta de Castilla y León ha presentado al Ministerio de Medio Ambiente un plan específico de biomasa para su cofinanciación.
  • Asimismo, la Junta de Castilla y León ha firmado un convenio con las empresas cementeras para reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, incluso antes de los plazos inicialmente establecidos. De acuerdo con el Plan Nacional de Derechos de Emisión, Castilla y León tiene la posibilidad de emitir hasta 48.026.551 toneladas de dióxido de carbono (CO2) repartidas entre las 62 instalaciones y empresas de la Comunidad entre los años 2005 y 2007. Esto supone una media anual superior a las 17 millones de toneladas y una reducción progresiva de aproximadamente un 15% entre 2005 y 2007. Con estos datos, Castilla y León se sitúa como la cuarta comunidad autónoma de España por su volumen de derechos de emisión. Ello es así porque nuestra Comunidad supera la media española de producción industrial. Futuro inmediato  A partir del año 2008 se refuerzan los compromisos de la Junta de Castilla y León en el marco del cumplimiento del Protocolo de Kyoto:
  • Nuevos retos en el sector industrial con sucesivas reducciones en las emisiones.
  • Regulación del denominado sector difuso que incluye el transporte, el hogar y los servicios, que en su conjunto representa el 60% del total de las emisiones  Los objetivos del Protocolo de Kyoto tienen como referencia el año 2012. De acuerdo con el propio protocolo, deberá comenzarse a negociar el periodo siguiente siete años antes de la finalización del actual. Es decir, a partir de este año 2005. A estos efectos, se están celebrando reuniones de las partes bajo presidencia canadiense.  La posición de la Junta de Castilla y León para la fase post Kyoto se basa en cinco puntos de negociación que determinan una postura de defensa de nuestros intereses. En este sentido, la Consejería de Medio Ambiente propone:
  • El canon de los derechos de emisión debe aplicarse de forma gradual para que no suponga un riesgo a la capacidad de desarrollo económico.
  • La asignación de nuevos derechos de emisión debe realizarse con carácter prioritario a aquellas regiones que se encuentran convergiendo con la UE al objeto de no limitar el proceso de convergencia.
  • La Junta de Castilla y León defiende una especial sensibilidad hacia el sector del carbón, que debe desempeñar un papel estratégico en el marco del desarrollo energético.
  • Proponemos mejorar la consideración de las masas forestales de Castilla y León como almacén de CO2. Castilla y León absorbe 9,5 millones de toneladas de CO2 al año gracias al papel de sumidero que realizan los bosques de la Comunidad.
  • Se deben aportar a las comunidades autónomas los fondos necesarios para cumplir con los requisitos administrativos que exige el desarrollo del Protocolo de Kyoto y del Plan Nacional de Asignación de Emisiones aprobado por el Gobierno central. La Administración regional gestiona importantes competencias en este ámbito en materia de autorización, inspección y sanción sin que se haya transferido cantidad alguna del Gobierno de la Nación.
Fuente: Junta de Castilla y León

 

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