El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático ha asegurado a principios de mes que frenar las emisiones de CO2 resultará claramente más económico que cargar con las consecuencias del cambio.
A quien no convenza el argumento ecologista, se le puede presentar los razonamientos económicos. Se mire por donde se mire, tomar medidas que frenen el cambio climático es conveniente para todos por múltiples y variados motivos. No es sólo la biodiversidad lo que está en juego; los desastres naturales producirán la emigración de millones de personas en busca un lugar mejor donde vivir. Y a la economía mundial -ultima ratio para muchos- le irá definitivamente mejor si decide invertir en medidas pertinentes, según asegura el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC)
La soluciones propuestas por el PICC abarcan un amplio abanico que ya nos resulta conocido a todos: aprovechar al máximo las energías renovables (solar, eólica...), reducir la combustión basada en materias fósiles (carbón, gasolina...). Incluyen además una opción adicional, a saber, la energía nuclear, que vuelve a la palestra y se ha convertido en bandera de muchos como solución a la crisis de los combustibles fósiles. Muchos que parecen haber olvidado que la radioactividad de los residuos de esta industria puede llegar a los 250.000 años, como es el caso del plutonio-239, según fuentes de Greenpeace.