Debido a la escasez de carbón en el centro y este de China, la zona más afectada por la ola de frío, un número no revelado de centrales, que representan un 7 por ciento de la energía total (40,99 millones de kilovatios) han detenido sus operaciones, destacó la Comisión Reguladora de Electricidad.
Otras 90 centrales, que producen otro 10 por ciento de la electricidad de origen térmico, podrían cerrar en los próximos días si no mejora la situación, ya que disponen de reservas de carbón para menos de tres días.
Las reservas de carbón nacionales quedaron reducidas a 21 millones de toneladas, menos de la mitad de las reservas, alertaron las autoridades.
La falta de carbón para alimentar las centrales se debe a varios factores, pero principalmente al colapso que el sistema de ferrocarriles -que transporta gran parte de este carbón- sufre estos días, debido a las nevadas.
En provincias muy afectadas por la nieve, como la central de Hunan, se han suspendido hasta 130 ferrocarriles, mientras que grandes ciudades del país, como Cantón o Shangai, han dejado de vender billetes a los pasajeros, impidiendo a más de medio millón de personas viajar a sus casas durante el Año Nuevo Chino.
Sin embargo, la crisis energética que vive el país no sólo se debe a las nevadas; también debe tenerse en cuenta que en los últimos meses, tras grandes accidentes mineros, hubo provincias productoras que detuvieron durante varios días la producción de todas las minas, lo que afectó a las reservas.
Por otra parte, la cuenca del Yangtsé y otras zonas del centro y sur del país sufrieron en los últimos meses la peor sequía en medio siglo, lo que afectó a la producción hidroeléctrica (aunque ésta es minoritaria en un país que extrae el 70 por ciento de la energía que consume del carbón).
Las fuertes nevadas en el país, que causaron la muerte a más de 40 personas, también han afectado a las telecomunicaciones: según China Mobile, el mayor operador de telefonía móvil del país, 33 millones de usuarios de celular se han visto afectados, y las pérdidas derivadas ascendieron a 11 millones de dólares. La nieve seguirá cayendo con fuerza durante los próximos tres días, según la Asociación China de Meteorología, que en la noche de ayer, lunes, decretó la alerta naranja por el mal tiempo (tras dos días consecutivos de alerta roja).
Se esperan fuertes nevadas a lo largo de la semana en las provincias centrales de Hubei, Anhui, Jiangsu y Hunan, y aguanieve en las de Guizhou, Jiangxi y la región autónoma de Guangxi, zonas todas ellas donde la nieve no es habitual en invierno.
Las nieves afectaron a más de 33 millones de personas, destruyeron 4,2 millones de hectáreas y causaron el desplome de 107.000 viviendas, generando 22.000 millones de yuanes (3.050 millones de dólares) en pérdidas.