15/12/2008 - 08:00h

La Agencia Internacional de la Energía llama a la revolución energética

-No podemos permitir que la crisis financiera y económica retrase la acción política que urge tomar para asegurar el suministro de energía y para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Debemos avanzar hacia una revolución energética global aumentando la eficiencia energética y disminuyendo el uso de energías que contengan carbono, ha afirmado Nobuo Tanaka, Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía

-No podemos permitir que la crisis financiera y económica retrase la acción política que urge tomar para asegurar el suministro de energía y para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Debemos avanzar hacia una revolución energética global aumentando la eficiencia energética y disminuyendo el uso de energías que contengan carbono, ha afirmado Nobuo Tanaka, Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía el día 12 en la presentación de su informe anual, el WEO 2008. Este informe proporciona información valiosa para la agenda política mundial y señala los retos que suponen las malas perspectivas de producción petrolífera, la subida de los precios de la energía y las emisiones de gases con efecto invernadero.

En el WEO 2008 -que se corresponde con su nombre en inglés, World Energy Outlook-, que presupone que las políticas gubernamentales no han variado, la demanda de energía primaria a nivel mundial aumenta un 1,6% por año de media entre 2006 y 2030, un incremento del 45%. Estas cifras son más bajas que las del año pasado, principalmente debido al impacto de la crisis económica y la subida de los precios de la energía. La demanda de petróleo aumenta de 85 millones de barriles por día a 106 en 2030. La demanda de carbón es lo que más aumenta en términos absolutos. Las renovables crecen muy rápidamente, superando al gas para convertirse en la segunda fuente de electricidad poco después de 2010. China e India demandará la mitad del incremento de energía para 2030 mientras que Oriente Medio emerge como un nuevo centro de consumo.

-Las actuales tendencias en consumo energético son obviamente insostenibles, desde un punto de vista medioambiental, económico y social. Se pueden y se deben cambiar, aseguró Tanaka. -El incremento del consumo en países en vías de desarrollo, junto con creciente concentración de la producción en un número cada vez más pequeño de países, haría prever interrupciones en el consumo y subidas de los precios. Simultáneamente, las emisiones de CO2 y otros gases aumentarían inexorablemente, colocando al mundo encarrilado hacia un eventual incremento de la temperatura de hasta 6ºC.

WEO 2008 también ofrece detalle sobre las perspectivas de producción del gas y el petróleo. El gas continuará constituyendo la principal fuente de energía durante muchos años, pero el coste de producción y el que los consumidores tengan que pagar por él es bastante incierto. -Sólo una cosa es cierta -ha asegurado Tanaka- la era del petróleo barato ha terminado.

WEO 2008 también analiza las opciones para abordar el cambio climático tras 2012, cuando entre en vigor un nuevo acuerdo, que debe ser negociado en la Conferencia de la ONU en Copenhague el año que viene.

Estabilizar la concentración de gas con efecto invernadero a 550 ppm, limitaría el incremento de temperatura unos 3 grados, lo que requeriría que las emisiones no aumentasen más de 33 gigatoneladas en 2030 y disminuyesen en un plazo más largo. Las energías sin carbono  -hidroeléctrica, nuclear, renovables y las centrales térmicas equipadas con captura y almacenamiento de carbono- en el mix básico de energía debería expanderse del actual 19% a un 26% a nivel mundial en 2030. Esto requeriría una inversión de cuatro billones de dólares en infraestructura y equipamiento. La mayor parte de esta inversión recaería en los consumidores, con 17 dólares por persona y año en todo el mundo para vehículos y edificios más eficientes. Esta inversión supondría un ahorro en combustibles de 7 billones de dólares.

El reto de limitar la concentración de gases con efecto invernadero a 450 ppm, lo que supondría un aumento de la temperatura de sólo dos grados, es mucho mayor. Para conseguirlo, las emisiones de CO2 deberían reducirse drásticamente a partir de 2020, alcanzando una cifra inferior a las 26 gigatoneladas en 2030. -Necesitaríamos una acción conjunta de los mayores emisores, incluyendo a China e India, ha advertido Tanaka. Para lograrlo, sería necesaria una inversión de 9 billones de dólares, mientras que el ahorro en combustibles sólo alcancaría 5.

-Está claro que el sector energético debe jugar un rol central en frenar el cambio climático, concluyó Tanaka.

 

 

 

 
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