Sin embargo, para cumplir este objetivo deben establecerse estímulos económicos y asegurar condiciones de justa competencia en el mercado de energías renovables, advirtió.
La OCDE afirmó constatar en los países industrializados occidentales un exagerado temor por la pérdida de competitividad en la lucha contra el cambio climático.
En su "Panorama Medioambiental 2030"³, la organización afirma que estos costes pueden reducirse aún 0,03 puntos del crecimiento económico anual.
La OCDE
recomienda el impuesto ecológico y los derechos de emisión comercializables así como una concentración de los sectores clave: energía, tráfico, agricultura y pesca.
Los países industrializados deben asumir su responsabilidad y cooperar con las naciones emergentes en esta materia, según la OCDE.
El Consejo de Ministros de la OCDE se reunirá los próximos 4 y 5 de junio para abordar, además del cambio climático, la desaparición de especies de plantas y animales, el abastecimiento global de agua y la alta presencia de químicos en los productos consumidos por el ser humano.
De quedarse de brazos cruzados, para el año 2030 unos 3.900 millones de personas no tendrán un buen suministro de agua y habrá escasez de recursos y una agudización de la situación sanitaria y de las crisis económicas en los países en vías de desarrollo, señaló la OCDE.