Con estos datos, Jansà insistió en que debemos tomarmos los efectos del cambio climático muy en serio. Explicó que los cambios de circulación de la atmósfera son más notorios en los climas marginales. Un clima marginal significa que no es ni típicamente templado como en el norte de Europa ni subtropical. Así, las islas en invierno están en zona templada y en verano en la de anticiclones subtropicales. Por ello, los cambios son más palpables.
El Día Meteorológico Mundial, que conmemora la constitución de la Organización Meteorológica Mundial el 23 de marzo de 1950, se celebró ayer bajo el lema "observar la Tierra para un futuro mejor". Jansà señaló que la observación de la atmósfera es esencial para hacer "mejores predicciones que conducen a que haya más seguridad frente a desastres naturales previsibles". Destacó que la observación es importante para vigilar las consecuencias del cambio climático. "Tener una continuidad de datos permite saber cómo ha evolucionado nuestro clima", indicó.
Jansà hizo especial hincapié en la labor de los colaboradores altruistas, que desde sus casas realizan mediciones de temperatura y precipitaciones a lo largo del año, algo que mejora la previsión. Resaltó que el centro dispone de 180 puntos de observación que permiten conocer nuestro clima con una precisión en el espacio que sería difícil de imaginar por otros medios.
María José Morales y su marido Miguel Jara, de Manacor, llevan colaborando con el centro desde 1970. Durante estos 30 años han detectado un claro aumento de la temperatura y un descenso de precipitaciones. En el acto se rindió homenaje a los colaboradores entregando diplomas a María José Morales, a Salvador Vidal, de Cala Figuera, que colabora desde 1984; a Isabel Arbona, de Marratxí, y a Manuel Martínez, de Petra. Se entregaron unas insignias a cuatro trabajadores jubilados del centro meteorológico.
El acto contó con la charla de la jefa de misión de los satélites Meteosat Segunda Generación y MetOp de la Agencia Espacial Europea, Evangelina Oriol, quien aseguró que los satélites son una base fundamental para hacer previsiones porque ofrecen "datos globales, continuos y homogéneos".
Subrayó que las mediciones de los satélites han permitido conocer la situación de reducción de hielo en el Ártico y la tendencia del aumento del nivel del mar y de su temperatura.
La consellera de Interior, María Ángeles Leciñena, destacó que gracias a las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, el Govern puede alertar a la población de fenómenos adversos.
Fuente:
Diario de Mallorca