Los hechos
Las viviendas europeas emiten el 20% del total de los gases invernadero producidos dentro de la UE, de los cuales la mayor parte -un 70%- provienen de la calefacción.
Las consecuencias
Las consecuencias de las emisiones de estos gases ya no implican dudas. Desde el mundo científico se ha constatado ya la relación entre las emisiones contaminantes y el deshielo del Ártico y de los grandes glaciales continentales. Esta constatación es sólo uno de los síntomas del calentamiento global de la atmósfera, que tiene otras consecuencias, como la pérdida de la biodiversidad, ya que muchas especies no pueden adaptarse a los cambios de temperatura tan rápidamente.
Lo que nosotros podemos hacer
La campaña europea da una serie de recomendaciones que todo ciudadano puede seguir fácilmente:
- Baje
Baje el consumo de energía. Reduzca la potencia del aire acondicionado; en muchas oficinas los empleados se ponen chaqueta. Reduzca la potencia de la calefacción y póngase ropa de mayor abrigo. Use la ducha en lugar del baño. Use pilas recargables con recargadores fotovoltaicos. Descongele regularmente la nevera. Compre electrodomésticos de etiqueta energética A. - Apague
Apague la luz al salir de las habitaciones. Apague los aparatos multimedia (tele, equipo de música etc) mediante el botón, ya que el piloto de 'stand by' es uno de los grandes consumidores de nuestro tiempo. Desconecte el móvil de la red cuando ya está recargado, pues continúa consumiendo electricidad mientras esté conectado. - Recicle
Recicle la basura de su casa; aprovechar todos esos materiales ahorra energía, emisiones de CO2 y recursos de la Naturaleza. Intente producir la menor basura posible, use una bolsa de tela para ir a comprar en lugar de coger cada vez una de plástico del supermercado. Compre fruta y verdura a granel, eso genera menos desperdicios plásticos que comprarlos en bandejitas. Si no le da vergüenza, lleve sus propias fiambreras para comprar en ultramarinos, de forma que se evite el embalaje plástico de quesos, carnes etc. - Camine
Caminar es necesario para la salud y bueno para el bolsillo. No es necesario sentarse al volante para ir a comprar tabaco a cuatro calles. Use el transporte público. Eluda el viaje en avión para trayectos cortos, como entre Barcelona y Madrid; la aviación genera grandes cantidades de CO2.