El Gobierno español ya no contempla en su planificación energética la construcción de centrales térmicas de carbón, lo que significa descartar el único proyecto de este tipo que figuraba en el plan hasta ahora vigente: un grupo de 800 MW que Endesa pretendía instalar en la central térmica de Carboneras (Almería), quemando carbón de importación. Greenpeace entiende que la nueva planificación energética presentada por el Gobierno cierra la última posibilidad que le quedaba a Endesa de lograr la aprobación de su proyecto, con lo que se evitan 6 millones de toneladas de CO2.
"Siempre hemos defendido que no se deben construir más térmicas de carbón porque son las instalaciones que más contribuyen al cambio climático", ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace. "Pero no hay que pensar que la alternativa es construir térmicas de gas, ya que hemos demostrado que con energías renovables se pueden satisfacer todas las necesidades energéticas si contaminar".
El reciente informe de Greenpeace "Renovables 2050" demuestra que la capacidad de generación de electricidad con fuentes renovables en el territorio andaluz equivale a más de 65 veces su demanda de electricidad proyectada en 2050. Según el estudio, Andalucía es la comunidad de la península con mayor potencial para la generación de electricidad a partir de energía solar fotovoltaica integrada en edificios y de biomasa residual y biogás. Podría ser autosuficiente para toda su demanda de electricidad con energías renovables, pero incluso podría hacerlo con sólo una cualquiera de éstas: termosolar, solar fotovoltaica con seguimiento, solar fotovoltaica integrada en edificios, chimeneas solares, eólica terrestre, eólica marina o energía de las olas. En el caso de la termosolar o de la eólica terrestre, los recursos son tan abundantes que Andalucía podría generar energía suficiente para satisfacer toda la demanda eléctrica peninsular.
"Si Endesa quiere ser una empresa líder en Andalucía, lo que tiene que hacer es invertir en renovables a gran escala, no en más térmicas, aunque sean de gas", ha declarado Sara Pizzinato. "La diferencia fundamental está en que las energías renovables no emiten CO2 y pueden generar de forma barata, local y respetuosa la misma o más energía que las fuentes de energía sucia sin generar efecto invernadero."
Fuente: Greenpeace