En 1984 Eritrea era parte de Etiopía. Desde entonces, las sequías han crecido y se han agudizado en este árido territorio africano, habitado principalmente por comunidades de pastores.
Según las predicciones del gobierno, las temperaturas medias podrían elevarse cuatro grados para 2050, disminuyendo los preciosos recursos hídricos. En su Programa de Acción Nacional (NAPA), un plan para combatir los efectos del cambio climático, Eritrea ha identificado el noroeste del país como el más vulnerable al cambio climático.
-Cuando no teníamos comida, sabíamos que nuestros hijos podrían sobrevivir durante días gracias a la leche, pero con los años se ha vuelto más difícil encontrar pasto para los animales, y ahora ya no tenemos ni leche, afirma Abdalla. Este hombre coordina un proyecto piloto para adaptar la ganadería al cambio climático en el noroeste del país, un proyecto que planea traer agua a tres pueblos recolectando agua de lluvia y construyendo un proyecto de regadío para cultivar forraje.
Otras regiones africanas, tales como la autoproclamada independiente Puntland -Somalia-, también viven una intensa sequía.
Fuente: Allafrica.com