"Zapatillas deportivas de alto nivel, comidas preparadas y bolsas de diseño pueden tener una huella medioambiental que incluye la deforestación del Amazonas, y podría estar incluso ligada a la violación de derechos humanos", según Pat Venditi, Coordinador de la Campaña Internacional de Greenpeace." Las grandes empresas deberían asegurarse de dónde provienen los productos incluidos en su cadena de suministros. Tienen la responsabilidad de contribuir a frenar el cambio climático evitando comportamientos que puedan causar deforestación".
La investigación de Greenpeace también reveló que el gobierno brasileño tiene participaciones en las tres mayores empresas ganaderas de este país: Bertin, JBS y Marfrig. Debido a este interés creado, y al rol que la ganadería juega en la deforestación amazónica, el informe resalta que existe un conflicto inherente entre el objetivo del gobierno de frenar la deforestación y sus intereses comerciales.
"El gobierno del presidente Lula está socavando sus propios compromisos medioambientales así como el esfuerzo global para frenar el cambio climático", asegura Andre Muggiati, de Greenpeace Brazil.
"Si realmente quiere una solución al cambio climático, el gobierno debe salir de la industria ganadera, y comprometerse de verdad con el freno a la deforestación del Amazonas. En caso contrario, será responsable del cambo climático y sus consecuencias".
El presidente Lula ha comprometido a Brasil a reducir la deforestación del Amazonas en un 70% basándose en cifras del periodo 1996-2005. Mientras los detalles del plan aún no están claros, Lula espera recibir 21 millones de dólares en donaciones procedentes de los países industrializados. También es cierto que hasta ahora sólo Noruega ha entregado un millón de dólares condicionado a los resultados de 2015.
"La matanza del Amazonas" apremia a las empresas internacionales a suspender la compra de estos productos y solicita una moratoria inmediata para evitar que el Amazonas continúe desforestándose.
El informe, que sigue la huella de los productos de origen animal presentes en zapatos, ropa, accesorios, productos de belleza y otros, sigue el rastro de estos productos hacia el origen del producto: ranchos en el Amazonas. Esto no quiere decir que toda la ganadería brasileña sea insostenible.
Fuente: Mongabay
Informe de Greenpeace: "Slaughtering the Amazon"