Los expertos analizaron la zona de Ámsterdam, donde el tráfico está limitado a 80 km/h, mientras antes el límite era de 100 km/h; han descubierto que la contaminación se ha reducido en un 15%.
Se sabe ya que la contaminación atmosférica debido al tráfico produce un crecimiento reducido de los pulmones en los niños y problemas respiratorios crónicos tanto en niños como en adultos. A pesar de que se han tomado medidas en muchos lugares para reducir la velocidad del tráfico, apenas se han medido sus consecuencias. Hay quien teme que la reducción de la velocidad permitida puede causar más atascos y por tanto, incrementar en lugar de aumentar los niveles de contaminación ambiental.
La carretera de circunvalación de Amsterdam es una de las más transitadas de toda Holanda, con seis carriles. El límite de velocidad a 80 se ha introducido en el tramo donde hay edificios residenciales; esta carretera es utilizada por 92.000 vehículos diariamente. Se han medido los niveles de contaminación tanto en las zonas de velocidad más restringida como en el resto.
Los resultados han demostrado que las partículas en suspensión y el humo negro han disminuido de forma significativa en el tramo con la velocidad limitada a 80.
También se ha comprobado que este límite de velocidad no ha significado tener más atascos.
Los investigadores aseguran que éste es el primer estudio científico que se ha realizado sobre este tema en Europa.
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